miércoles, 20 de junio de 2012

Cajas de Ahorro



Dice Paul Krugman en su libro “¡Acabad con la crisis!”, refiriéndose a la situación en EEUU: “Por desgracia, la banca no es como el transporte de mercancías y la desregulación no se tradujo tanto en mejoras de eficiencia  como en un estímulo de conducta de riesgo. Dejar que los bancos compitan en la oferta de interés  por los depósitos parecía un buen negocio para los consumidores. Pero supuso que la banca se convirtiera, cada vez más, en un caso de supervivencia de los más imprudentes, en el que solo los que estaban dispuestos a conceder préstamos dudosos podían permitirse pagar a los depositantes un interés competitivo. Eliminar las restricciones de las tasas de interés hizo que los préstamos imprudentes fueran más atractivos, porque los banqueros podían prestar dinero a clientes que prometían pagar mucho… aunque quizá no cumplirían con lo prometido. Y el margen de riesgo se incrementó aún más cuando se hicieron más laxas las restricciones que limitaban la exposición a determinadas líneas de negocio o a los prestatarios individuales.
Estos cambios produjeron un fuerte incremento de los préstamos, un fuerte incremento de los riesgos asumidos en esos préstamos y también, tan solo unos pocos años después, algunos grandes problemas en la banca; problemas que, a su vez, se exacerbaron por la forma en que algunos bancos financiaron los préstamos que concedían con dinero que tomaban prestado a otros bancos.”

Bueno al menos, ya hay algo en lo que nos parecemos a EEUU, no soy experto, pero desde la posición de observador externo y mediante lo que se publica, algo parecido a esto se ha producido también en España. Creo que con mucha mayor intensidad en las Cajas de Ahorro, que como su nombre indica, su es posición proclive a “reclutar” la mayor parte posible de fondos, con el reclamo de intereses atractivos y no solo en los depósitos a plazo; cuando no, ofreciendo retribuciones no dinerarias de todo género, haciendo parecer a sus oficinas, meras prolongaciones de comercios de objetos diversos.

Hay un rasgo que no nombra Krugman, pero que yo creo que es propio de estas entidades españolas, a saber, las Cajas de Ahorro no han estado funcionando como empresas en busca y colocación de sus recursos en las mejores opciones posibles dentro del mercado, es seguro que también lo han hecho; pero en la mayoría de sus decisiones de financiación, ha influido con un peso absolutamente desproporcionado, la política, me refiero al partido político que ha gobernado en su circunscripción, que ha antepuesto sus propios intereses.

Esta costumbre de los partidos políticos de “mangonearlo” todo, no ha dejado indemne a estas entidades financieras, muy al contrario, las ha venido utilizando, a través del dominio en sus Conejos de Administración, como fieles ejecutores de sus proyectos, mediante la concesión de los préstamos, que fueran necesarios; la colaboración – no desinteresada – para la colocación de las emisiones de deuda institucional y también en la financiación de aquellas actividades económicas, “bien vistas” políticamente,  por el negocio en sí mismo, o por los apellidos de sus directivos.

Esto ha ido creando una cadena de clientelismo, que en nada las ha beneficiado. Mientras sus cuentas de resultados contaban con sus cifras y la bendición de los auditores, un devenir de triunfo; acumulaban riesgos difíciles de resolver, a poca perspectiva que tuvieran los que gobernaban la entidad. La decisión que se adoptó no fue  “afrontar, parar y sanear”, no esa no era políticamente correcta, aunque si lo fuera económicamente adecuada; se prefirió “tirar balones hacia adelante” y esperar bonanzas futuras.

Algunas líneas  de negocio por las que habían apostado, no solo financiándolas, sino también promoviéndolas desde la institución; se fueron convirtiendo en “enfermos crónicos, de muy difícil tratamiento “sanador”. Como un efecto boomerang se iba contaminando la propia entidad y cada vez su situación resultaba más débil y expuesta al desenlace futuro de unas actividades, que se iban tornando cada vez menos viables.

El desenlace ya lo conocemos, por mucho que guarde uno la suciedad bajo de la alfombra, esta acaba apareciendo siempre. No es posible esconder la realidad de modo permanente y aún más, si esta es tan decepcionante.

La realidad es que lo que he escrito creo no tiene nada de original, seguramente debe haber sido narrado por personas mucho mas preparadas que yo; mi intención con la exposición era buscar plataforma descriptiva de la hipótesis. Me interesa en particular esta reflexión final, ¿qué hubiera sucedido si estas entidades hubieran encontrado un “nirvana” de la financiación y de concesión crediticia hipotecaria individual, consiguiendo extraordinarios beneficios y situando a la entidad en posiciones claramente solventes?; pues seguramente nos lo hubieran narrado infinitas veces, con glosas de sus altos directivos, con soberbia y altanería; se hubieran “mesurado” una parte de esos resultados brillantes para remunerar sus esfuerzos y desvelos y en todo caso nosotros los “de a pie” hubiéramos recibido de modo indirecto las migajas correspondientes   a su “obra social”.

Lástima que no haya sido así, porque lo que toca ahora es pagar entre todos lo que han propiciado unos cuantos: financieros de café, políticos poco competentes y advenedizos de cuarta fila; promoviendo y facilitando negocios, que nunca se le hubieran ocurrido a la administración de un “ordenado comerciante”, pero esta terminología es del modesto Código de Comercio, claramente anticuado y con connotaciones caducas, no puede compararse con las mentes “brillantes y agresivas”, de los “chaquetas cruzadas azul marino y corbatas llamativas”. Por qué no nos dejan de una vez en paz y se retiran a sus cuarteles de invierno a amasar sus “riñones” forrados y permiten que las gentes que sepan, gobiernen las entidades, con criterio de rentabilidad, prudencia y continuidad de las operaciones. ¿Es mucho pedir?.

N.B. Hay Cajas cuya gestión es poco criticable, por ahora.

3 comentarios:

Mercedes Pajarón dijo...

Por increíble que parezca, estos personajes han estado impresionando durante años a todo el mundo por su fachada y sus "palabras inteligentes", cuando bajo esa capa de brillo sólo había una estulticia tremenda. Pero es lo de siempre: ¿Quién es más tonto, el tonto, o el tonto que sigue al tonto?
Un saludo y buen fin de semana.

seriecito dijo...

Mercedes:

Sin lugar a dudas el tonto que sigue al tonto.

Ahora es época de levantar alfombras llenas de polvo, lo que sucede, es que me temo, que quienes lo han depositado o lo han permitido se saldrán de "rositas".

Vivir para ver. Buen fin de semana.

Salu2:

seriecito dijo...

Mercedes:

Sin lugar a dudas el tonto que sigue al tonto.

Ahora es época de levantar alfombras llenas de polvo, lo que sucede, es que me temo, que quienes lo han depositado o lo han permitido se saldrán de "rositas".

Vivir para ver. Buen fin de semana.

Salu2:

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