miércoles, 31 de diciembre de 2008

Jefes II


Siguiendo con Sam Deep y Lyle Sussman, en el libro citado; clasifican a los jefes en doce grupos, incluyo en esta entrada del seis al doce. Os propongo un juego, después de leerlo, cada uno que emita su opinión, sobre el o los jefes que se ha encontrado a lo largo de su experiencia, que coincidan con los tipos descritos en jefes I y II.


El “favoritista”:

Responde a los empleados según lo mucho que le agraden.
Da a los favoritos los mejores encargos, a expensas de otros.
Tiene favoritos que le halagan, le traen siempre buenas noticias, le gustan sus ideas o proceden del lado “correcto”.
Trata más o menos decentemente a los que nos son favoritos, pero con mayor distancia y quizás un más alto grado de profesionalidad, y con mucho menos participación personal.
Ensalza con frecuencia el trabajo de los favoritos, que pone como ejemplo.
La frase favorita: “¿por qué no puedo contar con ustedes de la misma forma que cuento con “fulano?”

El gallina:

Los temores le van a golpear a usted y a sus colegas.
Las gallinas no arriesgan en ningún caso, sus relaciones con los superiores, para salir en defensa de usted.
No tiene suficiente influencia sobre los superiores como para conseguirle a usted lo que necesita para realizar el trabajo.
Califica la mayoría de las decisiones y parece muy vacilante, incluso tímido.
Censura sus ideas antes de que lleguen a los superiores, para evitar cualquier posible transgresión.
No expresa desacuerdos con sus superiores; es muy charlatán ante la alta dirección, se inclina ante los clientes arrogantes.
Habitualmente, mira hacia otro lado cuando se trata de corregir a los empleados.
Su frase favorita: “Mi jefe nunca aceptará eso”.

El hipócrita:

Le pide que haga cosas que él no está dispuesto a hacer.
Dice una cosa delante de usted y hace otra a sus espaldas.
Puede llegar a condenar el mismo comportamiento que caracteriza su forma de dirigir a los demás.
Mantiene dos conjuntos de normas, una para los empleados y otra para el jefe.
Lo critica por tratar a sus subordinados de la misma forma que él lo trata a usted y a sus colegas.
Lo envía a aprender técnicas de dirección de personal, pero no lo apoya cuando intenta ponerlas en práctica.
Se comporta de forma inconsciente, y parece operar a partir de una visión organizativa hoy, para pasar a hacerlo desde otra completamente diferente mañana.
Su frase favorita: “No le importaría mecanografiar esta tarde el discurso de fin de carrera de mi hijo ¡verdad?”.

El oídos sordos:

Raras veces dispone de tiempo para escuchar los problemas de los empleados.
Se preocupa poco de las opiniones de los demás.
No es fácil aproximarse o acceder a él.
Esta convencido de que una reunión es un foro para la difusión de las ideas del jefe.
Le corta las ideas en mitad de la frase con una respuesta que no tiene, necesariamente, relación con lo que estaba diciendo.
La mayoría de las quejas le parecen injustificadas.
Acusa a los demás de no saber escuchar.
Su frase favorita: “Ahora no tengo tiempo: le ruego que me pida una cita”.

El que retiene:

No quiere delegar autoridad.
Lo controla todo muy de cerca. Tiene la impresión de que las mejores decisiones son las que toma.
Raras veces ofrece información suficiente para realizar su trabajo, aunque disponga de esa información.
Ofrece poca retroalimentación acerca de la calidad de su trabajo, no aporta una adecuada alabanza o crítica.
Parece filtrar la información procedente de los superiores.
Puede mostrase claro a la hora de decirle qué debe hacer; pero raras veces le explica por qué.
Su frase favorita: “No pregunte por qué; simplemente hágalo”.

El perfeccionista:

Insiste en que haga usted el trabajo según se lo indica, de forma “correcta”.
Cree que los resultados nunca son lo bastante buenos.
Pilla a la gente en errores, raramente en aciertos.
Califica las pocas alabanzas que ofrece: “gracias por su esfuerzo. Estoy seguro que la próxima vez será capaz de hacer un trabajo todavía mayor”.
Reacciona en exceso ante errores menudos.
No comprende la diferencia que existe entre insistir en la calidad y esperar la perfección. La calidad es hacer lo correcto la primera vez, siempre y cuando lo permitan las condiciones; la perfección es hacer siempre lo correcto, tal como el jefe quiere que se haga.
Su frase favorita: “¡No está bien hasta que yo lo diga!”.





Jefes I



Siguiendo con Sam Deep y Lyle Sussman, en el libro citado; clasifican a los jefes en doce grupos, incluyo en esta entrada los seis primeros y en la siguiente el resto. Os propongo un juego, después de leerlo, cada uno que emita su voto, sobre el o los jefes que se ha encontrado a lo largo de su experiencia, según las coincidencias que identifiquen con los tipos descritos en jefes I y II

El enigma:
Raras veces da instrucciones claras.
Ofrece evaluaciones de rendimiento infrecuentes, vagas o poco claras.
Establece pocos modelos sobre los que pueda usted valorar su rendimiento.
Expone los objetivos en términos abstractos. Raras veces son cuantitativos o definidos, y casi nunca lo hace por escrito.
Retiene información que usted necesita para hacer su trabajo.
Su frase favorita: "No debería decirle lo que espero".

El matón:

Ordena antes que solicita, habla antes que escucha.
Dirige por medio de intimidación e insiste en salirse con la suya.
Le trata como si fuera usted un niño.
Raras veces le pregunta por sus ideas o sugerencias.
Puede demostrar mayor preocupación por el equipo y el material que por usted.
Puede ser hostil y agresivo, presionarle en exceso y hasta emplear el chantaje emocional.
Su frase favorita: "¡Limítese a hacerlo o vaya a buscarse otro trabajo!.

El turbo:

Impone expectativas irrazonablemente elevadas para su trabajo.
Parece ignorar que tiene usted vida familiar.
Puede encargarle un trabajo a últimas horas de la tarde de un viernes y esperar tener resultados el lunes por la mañana.
Se comprometerá a que la unidad de usted realice trabajo extra sin haber comprobado antes su capacidad para satisfacer el plazo prometido.
Espera que de usted todo lo que está haciendo para responder a sus necesidades.
Se trata a sí mismo despiadadamente, y espera lo mismo de usted.
Su frase favorita: "¡Anule sus planes para el fin de semana!".

El barco-teatro.

Disfruta cuando se encuentra bajo la luz de los focos y recibe los premios.
Se atribuye el mérito del éxito de los subordinados; quizás a progresado en la organización como resultado de los logros de otros.
Siempre que es posible da pasos para encontrarse presente en los acontecimientos más importantes; nunca se siente satisfecho con un papel de un jugador menor.
Limita las oportunidades de usted para hacerse visible, no incluye su nombre en los informes y lo excluye de las reuniones de alto nivel.
Se desentiende de los productos de alto riesgo a menos que empiecen a ofrecer resultados. Achaca el fracaso a los subordinados o a la mala suerte. Habitualmente, es demasiado inteligente para encontrarse a la vista de su propio jefe cuando las cosas van mal.
Su frase favorita:”¡Yo voy el primero!”

El avestruz:

Evita confrontaciones a toda costa. Ve el conflicto como algo destructivo.
Su respuesta a los desacuerdos con los subordinados consiste en ignorarlos, en pedir a la gente que no se enfrente o en suavizar otras diferencias.
No le gusta escuchar malas noticias. De hecho, puede llegar a castigar al mensajero que las trae.
Con tal de caer bien a los demás es capaz de aceptar la mediocridad, de tolerar un comportamiento inaceptable y no se atreve a afrontar situaciones en las que una respuesta decisiva podría generar controversia.
Ignora las señales de bajo rendimiento cada vez que la causa de ello es el comportamiento de un empleado. El absentismo puede incrementarse, la productividad disminuir, la calidad puede bajar y la rotación del personal aumentar; pero el avestruz no admite que haya ningún problema. No se atreve a criticar a los empleados, ni siquiera a aquellos que se lo merecen.
El lema favorito del avestruz: “si no se ha roto, déjalo como está”
Su frase favorita “: "No puedo pedirles que hagan eso, se tirarían sobre mí.

El volquete:

Delega demasiado, una cualidad muy rara en los directores.
No trabaja tan duramente como sus empleados.
Mantiene un despacho inmaculado y una mesa despejada, porque los demás le hacen todo su trabajo.
Se mantiene ocupado con tareas sencillas y trabajos divertidos. El volquete puede tardar dos días en crear un elegante calendario de vacaciones para el próximo año.
A veces, viajar es para él una necesidad “urgente”.
Habitualmente, no tiene el mismo un jefe muy exigente.
Su frase favorita: “Esta semana le paso todas mis visitas. Así podré reorganizar mis ficheros”.




Cambio III



En el libro citado en Cambio y Cambio II, los autores hacen una clasificación de las personas, que debemos de identificar para no perder nuestros esfuerzos. Se refieren siempre, como ya hemos comentado, en el mundo de la empresa. Estas son:

Manipuladora: explota la vulnerabilidad emocional de los demás con objeto de satisfacer sus propias necesidades egoístas. Los hay incluso compulsivos. Hay que evitarlos, nada mas identificarlos, son como "garrapatas", no se sueltan ni con agua caliente.

Maliciosa: Obtienen placer del daño que inflingen a los demás. Frontera, aduana y vigilancia, para que no logren acercarse, pueden dañar incluso a distancia. Si descubren nuestros puntos flacos, nos pueden "amargar".

Odiosa: Tienen desarrollado un odio acérrimo hacia grupos específicos de personas, instituciones o contra el mundo en general. Desarrollan y transmiten sus fobias a quienes tienen cerca. Son como una manzana "tocada" en una cesta, se expanden y con ellos su visión perversa.

Aferradas a valores conflictivos: No desean abandonar su posición por nada del mundo, solo entienden sus puntos de vista, sesgados, pero férreos.

Mentalmente enfermas: Cada vez es mas frecuente encontrarse con personas que padecen desajustes en su mente. Según estadísticas el 20% de la población podría encontrarse en esas circunstancias, en ocasiones difícil de pronosticar incluso para un profesional. Tratar de influir en estas circunstancias es claramente esfuerzo perdido.

De bajo nivel de autoestima: Suelen ser el caldo de cultivo de personas agresivas, tapan con ello su propia inseguridad, pueden plantear muchos problemas.

Ciega ante ella misma: Tienen frases típicas y son fáciles de identificar, por ejemplo: ¿quien yo? yo no lo he hecho, esa será tu opinión, pero no es así, etc. En muchas ocasiones, es una forma de negarse ha aceptar las responsabilidades que se les encomienda, son una barrera muy difícil de franquear, si es posible hacer un "by pass", no colaborarán nunca.

Seguramente la mayoría de ellas, acabarán estando solas, como el faro... lo mejor es que no nos atrapen en sus redes.

Cambio II





Dicen Sam Deep y Lyle Sussman en su libro "Motivar y conseguir convencer en los negocios", cuando desarrollan el mandamiento 10: "Tenga expectativas de que puede conseguir a la hora de cambiar el comportamiento de los demás. No acepte culpabilidad alguna por los fracasos de otros; en lugar de eso, deje que la responsabilidad del cambio recaiga sobre ellos. Deles tiempo suficiente para cambiar, pero si no lo hacen, distánciese de ellos mental y físicamente".


Tenemos tendencia a creer que influimos en el comportamiento de las personas próximas, mucho mas de lo que en realidad pensamos. Es posible que seamos agradables o que inspiremos respeto, pero siempre cada persona es singular y tiene una mente independiente. Poner empeño para cambiar el comportamiento de los que nos rodean a mejor, es siempre una tarea noble, pero tiene límites, intentarlo es un acto encomiable, pero permanecer insistiendo, cuando no se obtiene suficiente respuesta es un derroche de energía. En ocasiones, como verter cubos de agua dulce al mar, pretendiendo disminuir su salinidad. Hay cosas que son estructurales.


No debemos aceptar derrotas, debemos perseverar en la consecución de nuestros objetivos, pero en ocasiones hay que hacer balance y dilucidar, cuando perdemos mas que ganamos, si nos aferramos "tozudamente" a nuestras posiciones. Hay que saber identificar, cuando se ha llegado al límite del esfuerzo tolerable y recoger velas... retirarse y distanciarse.


Como dicen los autores en el libro citado; a los demás, para ayudarles a cambiar, se les puede ofrecer:
a) razones de por qué pueden desear cambiar.
b) instrucciones acerca de cómo cambiar.
c) un ambiente que apoye el cambio.
d) consecuencias positivas o negativas, según cual sea su respuesta.


De lo que se trata es de sensibilizar, para que cada uno individualmente se ponga en marcha y se empeñe en conseguirlo; no de llevarlos "cogiditos" de la mano de modo permanente, con tolerancia sin límite, incluso hasta quedar "dañados" personalmente. No, no es eso. Si dado el tiempo suficiente, no hay respuesta de progreso y no se observa voluntad firme de cambio, hay ponerle fecha al final. Tampoco hay que subestimar el esfuerzo realizado, puede que fructifique mas adelante.


Ayudar es una cosa y sacrificarse por la ayuda, es otra muy diferente.


Este capítulo del libro, termina con una frase, muy conocida, de Reinhold Niebuhr: "Danos serenidad para aceptar lo que se puede cambiar, valor para cambiar lo que debería cambiarse, y sabiduría para distinguir lo uno de lo otro".



Foto cedida por Nuria: http://nuria-vagalume.blogspot.com/





lunes, 29 de diciembre de 2008

Cambio




Dicen Sam Deep y Lyle Sussman, en su libro "Motivar y convencer en los negocios", que hay diez mandamientos principales para obtener el cambio, voy a relacionar - como denominan los autores - la esencia de cada uno de ellos. Aunque están definidos para el ámbito de las relaciones en el seno de la empresa y en particular de la dirección de la misma, creo que tienen cierto interés y son aplicables en el terreno personal; ahi van:


Primero:
Deje de vivir en el pasado.
Comprométase con objetivos de desarrollo personal.
No acepte excusas sin soluciones.
Establezca objetivos que obliguen a la gente a expandirse.
Segundo:
Cambie su actitud con respecto al escuchar.
Practique la escucha activa.
Controle su cólera y frustración.
Anticipe las consecuencias de sus acciones.
Tercero:
Imagine el cambio que desea.
Averigue lo que desea.
Obtenga información sobre su motivación, sus objetivos y su estrategia.
Exponga el problema a la persona.
Escuche las explicaciones.
Pida el cambio que desea.
Cuarto:
Concrete el comportamiento a cambiar.
Deje que el comportamiento cambie la actitud.
Condene los actos, no a los actores.
Afirme sus sentimientos sin castigar.
Comprometa al otro a mejorar la actuación.
Quinto:
Examine sus motivaciones y objetivos.
Deje de permitir el comportamiento que trata de cambiar.
Dése cuenta de que todo lo que hace es una señal.
Dése cuenta de que todo lo que dice es una señal.
Sexto:
Céntrese en el comportamiento, no en su yo.
Dé a los demás la posibilidad de cambiar su comportamiento difícil.
Conozca los diferentes tipos de personas difíciles.
Septimo:
Examine las raíces de su comportamiento que priva de dignidad a los demás.
Vea a los demás como parte integrante de su propio éxito.
Permita a los otros salvar la cara.
Trate a la gente como si fuera especial. Lo es...
Octavo:
Reconozca las necesidades que motivan a la gente.
Ayude al otro a satisfacer necesidades importantes.
No luche contra las necesidades, responda a ellas.
Utilice el ultimátum sólo como último recurso.
Noveno:
Anticipe las oportunidades para alabar.
Alabe el comportamiento, no a la persona.
Diga lo que siente con respecto al nuevo comportamiento.
Décimo:
Deje que la responsabilidad del cambio recaiga sobre los demás.
Dé a los demás tiempo suficiente para cambiar.
Consiga ayuda.
Concédase a sí mismo los méritos propios.


Bueno esto es lo que dicen, algunas recomendaciones llegan ¿verdad?.


domingo, 28 de diciembre de 2008

Para una Navidad real.



Dice Juan Amos Comenius en su obra "De rerum humanorum enmendatione consulatio catholica": "Por consiguiente, si queremos que la inhumanidad deje paso a la humanidad, debemos buscar infatigablemente los medios de alcanzar ese fin. Estos medios son tres: Primero, los hombres deben dejar de fiarse demasiado de su sentido y, teniendo en cuenta la común fragilidad humana, reconocer que es indigno de ellos cargarse mutuamente de odio por razones fútiles; deberán, de manera general, perdonar las disputas, entuertos y daños pasados. Llamaremos a esto horror del pasado. Segundo, nadie debe imponer sus principios (filosóficos, teológicos o políticos) a ninguna otra persona; antes por el contrario, cada uno debe permitir a todos los demás hacer valer sus opiniones y disfrutar en paz de lo que les pertenece. Llamaremos a esto tolerancia mutua. Tercero, todos los hombres deberán tratar, con un esfuerzo común, de encontrar lo que es mejor hacer y, para este fin, conjugar sus reflexiones, sus aspiraciones y sus acciones. Es lo que llamaremos la conciliación ".

Vaya, vaya, nosotros que nos creemos el ombligo del universo, pensamos que estamos en el siglo de la cultura y la grandeza de ánimo y; en el siglo XVII, Comenius -Komensky en checo - nos propone tres principios para humanizar este mundo, seguramente lo hemos conseguido, sin enterarnos claro, porque vamos henchidos de soberbia por nuestros logros, logros ¿en qué?, en ciencia, en saberes, etc... y ¿en humanidad?, ¡también!.

Seguramente responderemos que sí; más en estas fechas, ya que nos felicitamos efusivamente y nos deseamos bienestar, pero para contribuir a ella y él, que cedan los demás, porque nosotros somos "cededores" natos, nosotros somos santuarios de la tolerancia, baste vernos: cerviz alta, ceño fruncido, gesto hierático y ademán adusto; pero eso sí, con amplía sonrisa en la boca y musitando de modo repetitivo e incansable "felices navidades" (mientras duren las pilas duracel) y mañana Dios dirá.

Como vamos a desterrar lo que llama "horror del pasado", si es nuestro principal acicate de vida es, rememorar cuantas cosas nos separan de los demás y cuan cargados de razón estamos, es nuestro deporte favorito, son otros los que tienen que olvidar, no yo; yo lo que hago, lo hago bien.

Aprender la "tolerancia mutua", es volverse de nuevo niños, comprensivos y expectantes, con mirada inocente y gesto confiado. Tender la mano el primero y olvidar los agravios ajenos. Pero no solo decirlo, hay que hacerlo y pronto, no reconocerlo y rematarlo con la manida frase "tengo que hacerlo". ¡No!, hay que ponerle fecha a la acción y cumplirla sin tapujos, el embozo para otros, nosotros con la cara descubierta y sin remilgos; se consigue mas dando ejemplo, que esperando estático la iniciativa ajena, para luego imitar.

Y "conciliar", mas difícil todavía, eso si que es un salto mortal. De las tres definiciones de la Real Academia, me quedo con la primera, a saber, "componer y ajustar los ánimos de quienes estaban opuestos entre sí". Sí, sin miedo, con decisión a componer y ajustar, pero en el ámbito de un cilindro, no en un embudo, con la parte ancha para nosotros y la estrecha par los demás. Con voluntad firme, coraje y templanza. Que difícil ¿verdad?.

Recorramos el camino, cumplamos las propuestas de Comenius y no será necesario que nos deseemos felicidad, porque ya seremos felices... "for ever". Recordemos siempre un proverbio khmer (Camboya) que dice: "los peces comen a las hormigas cuando suben las aguas; las hormigas comen a los peces cuando las aguas bajan". Seamos generosos y no nos arrepentiremos jamás.

Lo mejor para todos....

N.B.- Jan Amos Komensky (Moravia 1592-Amsterdam 1670). En la foto.



sábado, 27 de diciembre de 2008

Solución primer acertijo




La cuestión es, hay nueve piedras preciosas y una pesa mas y además es falsa, debe deducirse en dos pesadas. El método es:

1)

Se dividen las piedras en tres grupos de tres piedras (A), (B), (C).

Se toman dos de ellos al azar, por ejemplo (A), (B).

Se pesan en la balanza, pueden haber dos posibilidades:

1.1.) Que pesen lo mismo, con lo cual se coge el grupo (C), se seleccionan dos piedras del mismo y se pesan, si la balanza se desnivela esa es la piedra que pesa mas y si se queda nivelada la que pesa mas es la que no se ha seleccionado.

1.2.) Que no pesen lo mismo, con lo cual se coge el platillo que pesa más y de él se selecciona dos piedras y se pesan, si el plantillo no queda nivelado, ya se sabe la que pesa más, si queda nivelado la que queda es la que pesa más.


viernes, 26 de diciembre de 2008

Hablar...¿siempre?





Dice Juan Antonio Vallejo-Nágera en su libro "Aprender a hablar en público hoy": "La soltura de expresión verbal es patrimonio de las personas y de colectividades. Los latinos somos más comunicativos que los nórdicos. No siempre resulta una ventaja. En Escocia puede ser difícil hacer hablar a un individuo; en España lo espinoso es conseguir que se calle. En un grupo de españoles casi nunca está hablando uno solo. En una comida típica de seis personas, hay por lo menos seis conversaciones simultáneas cruzadas, cada cual con el que tiene mas lejos, y es frecuente que en alguna de esas parejas improvisadas hablen los dos a la vez contándose la misma cosa. Como se tapan unos a otros gritan todos".

Hablar, hablar y hablar... esa es nuestra mayor motivación, nos comportamos con una verborrea inusitada o sumergidos en un silencio duradero y tenaz, no tenemos término medio. Somos poco proclives a intercambiar opiniones, llevamos muy mal una posición neutra, tenemos que destacar, ser los primeros en transmitir noticias nuevas verbalmente y procurar aparentar estar enterados de casi todo, sabemos los sucesos, casi mejor que quienes han sido los protagonistas. Los relatamos, novelando hasta la saciedad, interiorizamos los hechos que contamos, de tal modo, que pasan a ser nuestros, la fabulación acaba significando mucho más, que la propia realidad.

Somos interpretes de una realidad difusa, filtrada por nuestra mente y compuesta a la medida, para sorprender a los demás, no podemos vivir sin despertar admiración y asombro, sin ser los primeros en hablar y los últimos en escuchar. Permanecer callados es casi sinónimo de derrota, es como dar la primacía a los demás y eso nos molesta, no estamos preparados para ser receptivos, desde pequeños nos han enseñado a ser veloces en la respuesta, pero muy superficiales en las preguntas. Solo se aprueba por contestar y tiene casi un valor nulo preguntar, por muy enjundiosa que sea la cuestión planteada.

Con ese aprendizaje, lo tenemos mal, salvo que reparemos en nuestro error de planteamiento y rectifiquemos a tiempo, seguiremos identificándonos mucho mas con nuestro discurso, que con la atención activa a lo que dicen los demás y perderemos con ello la posibilidad de "enriquecernos" con su contenido, quien solo se escucha así mismo, acaba sabiendo muy poco de casi todo.





Acertijos





Como estamos en Navidad, he comprado para regalar un libro de enigmas y rompecabezas, los he estado mirando, es un tema que siempre me ha gustado, hay 236, completamente ilustrados, con gran belleza.

He pensado proponeros dos:

1) Piedras preciosas:

El rey Luis VI el Gordo desea que le construyan una corona con piedras preciosas. Sabe que una de las nueve piedras que un comerciante le ofrece es falsa, cosa que éste niega. El rey también sabe que todas las piedras pesan exactamente lo mismo, excepto la piedra falsa, que pesa algo más que las otras. El rey le pide al marchante su balanza de platillos y consigue encontrar la piedra falsa en dos pesadas.

¿Cómo lo ha hecho?

2) Punto común:

Isaac no ronca así.

Yo hago yoga hoy.

Allí ves Sevilla.

Ella te dará detalle.

Sé verle del revés.

Luz azul.

La ruta natural.

Estas frases tienen algo en común. ¿De que se trata?.

Os propongo, dadas las fechas que estamos, que os atreváis a dar soluciones, si os apetece, como en un juego.

jueves, 25 de diciembre de 2008

La belleza




Dice Eduardo Punset en su libro "Por qué somos como somos": "La belleza es la ausencia de dolor de la misma manera que la felicidad es la ausencia de miedo. Somos lo que somos, en gran parte, porque la belleza es un predictor excelso de la salud, nos da la medida de cómo estamos".

Si Punset acierta y debe acertar, porque sabe; quien difunde belleza ayuda... mucho; transmite en positivo y beneficia. Tener sensibilidad para captar imágenes bellas, es una cualidad muy encomiable, que produce - sin duda - satisfacción personal; pero compartirlas es mucho más, es propiciar la felicidad.

Vivimos un entorno social cargado de impaciencia y falta de conformidad. Reparamos con insistencia en las noticias negativas y las difundimos; pero hemos perdido la sensibilidad, para sacar consecuencias positivas de lo que nos sucede; vemos con gran facilidad lo malo y tenemos poca capacidad para aflorar lo bueno.

Nuestro estilo grandilocuente nos impide repara en las pequeñas cosas, evitamos, con ello, cargarnos de energía positiva, poco a poco. A fuerza del "cada día más", no nos dejamos sorprender por casi nada, todo nos parece monótono y repetitivo, vamos perdiendo la ingenuidad en la mirada y adoptamos un talante escéptico, bien sea por temor o por protegernos.

Puestas las cosas en este entorno, quienes se preocupan en transmitir belleza, hacen un servicio que no tiene precio. La belleza está, pero en ocasiones los ojos comunes no la ven, por ello cuando los ojos singulares la identifican, la plasman y la difunden, nos dan opción a observarla de nuevo e interiorizarla, pero más aún, nos devuelven lentamente a nuestra mirada, la sensibilidad perdida.

Recobrar esa sensibilidad es ganar, dejarla adormecerse es perder... muchas veces, mucho.


Foto cedida por Nuria: http://seriecito.blogspot.com




domingo, 21 de diciembre de 2008

¡Silencio... se vive!




Buscamos siempre la palabra y huimos del silencio, sin pensar que hay muchas palabras huecas y silencios muy elocuentes.

Cuando ya no quedan palabras, siempre está el silencio, para recuperar el equilibrio perdido. Somos una generación locuaz, cargados de frases estereotipadas, para seguir ocultando, de forma inconsciente, nuestros verdaderos sentimientos. Quien no sabe dialogar en silencio - es decir con uno mismo -, pierde uno de los acicates mas importantes para conformar su equilibrio.

Pensar para luego hablar, es un ejercicio poco común, mas bien la acción habitual es la contraria. Como si de una carrera tasada en tiempo, se tratase, queremos abarcar cada día más, no estamos contentos con lo que somos, ni con lo que hacemos; siempre tenemos alguna barrera que superar mas allá del ahora. Este planteamiento de vida, nos torna personas "montadas" en la prisa, en el desasosiego y la falta de serenidad; la consecuencia es una acción acompañada de frases llenas de premura y poco tiempo para comunicarnos. No solo vivimos la urgencia, sino que la transmitimos constantemente.

¿Y la capacidad de reflexión? ¿y la serenidad y la tranquilidad?. ¡están en desuso!, quien las practica, casi seguro, que será contemplado como un "bicho raro". Como vamos a detenernos, si viajamos al límite de velocidad siempre, con tantas cosas pendientes de cumplimentar, que nos producen desasosiego y sensación de precariedad, que asombra, incluso, que tengamos la capacidad de resolver algo, influidos por ese estado de alerta tan incomprensible.

Queremos todo, pero de forma rápida, pensamos en lo que nos falta para terminar el día, enumerando el gran número de cosas - algunas de ellas inútiles - que tenemos por cumplimentar y por la mañana al salir a la calle, ya llegamos tarde a algo. Nuestra vida cotidiana es un movimiento continuo y rápido, para no llegar a ninguna parte. Lo que importa es hacerlo deprisa y acompañarlo con frases hechas, evidenciando la urgencia y la falta de tiempo.

La era de las palabras. Comunicarse es mucho mas que hablar. Comunicarse es decir con la mirada, sonreír con los ojos y conciliar con el gesto. Comunicarse es, en definitiva, hablar solo en último extremo y evitar con ello, que las palabras hueras escondan nuestros sentimientos verdaderos. Comunicarse es, no necesitar los sonidos...poder sentir el silencio al unísono.
Comunicarse es... vivir sin estridencias, caminar de puntillas sin hacer ruido, como se mueven las nubes en el cielo.
Foto del blog de Nuria: http://nuria-vagalume.blogspot.com/

Lectura











Creo que leer es una parte muy importante en la formación de la persona; ayuda a adquirir lenguaje y prepara la imaginación para ser receptora.

La tolerancia se adquiere escuchando otros puntos de vista y nada mejor para ello que leer un libro, seguido de otros y otros; seguro que la disparidad de pareceres y enfoques nos torna mas comprensivos.

Cuando uno lee, con concentración e interés, se transporta, por encima de sus problemas cotidianos, los aparca por unos minutos y seguramente luego, con mas sosiego, aunque los siga teniendo, los verá menos "gigantes"; comienzo, por tanto, de la asimilación y futura resolución.

Quien no lee, vive una vida menos intensa y desperdicia de modo deliberado una oportunidad de fortalecer su ánimo. El libro, siempre acompaña; leer es ganarle tiempo al tiempo, nunca perderlo. La lectura es la vitamina indispensable de nuestro espíritu. No hay tarea mas noble que inducir a los niños a la lectura, primero del cuento, luego de la novela, luego del ensayo... Un libro es un buen amigo, que no traiciona, incluso cuando defrauda.

Dicho esto, me quedo muy sorprendido con la encuesta que publica el periódico Público, realizada con 3.199 entrevistas telefónicas, la resumo:

Todos: el 35,4% ha leído o está leyendo algún libro en el último mes; el 64,6% no ha leído ningún libro en el último mes.
Mujeres: Los porcentajes en el mismo orden son 32% y 68%.
Hombre: Según el esquema 39% y 61%.

Si lo descomponemos por edades, puede que sea mas esperanzador, pero aún todavía muy entristecedor:

De 18 a 29 años: 41% (sí), 59% (no)
De 30 a 44 años: 41% (si), 59% (no)
De 45 a 59 años: 34% (si), 66% (no)
De mas de 60 años: 25% (si), 75% (no)

Siguiendo la encuesta, los libros mas leídos en el último mes son:

"El niño del pijama a rayas". Hohn Boyne. 765.000 ejemplares. Mujeres 570.000 y hombres 195.000.
"Los pilares de la tierra". Ken Follet. 425.000 ejemplares. M: 300.000; H: 125.000.
"Un mundo sin fin". Ken follet. 385.000 ejemplares. M: 205.000; H: 180.000
"La Catedral del Mar!. Ildefonso Falcones. 290.000 ejemplares. M: 135.000; H: 155.000
"El juego del Ángel". Carlos Ruiz Zafón. 275.000 ejemplares. M:160.000; H: 115.000.
"La sombra del viento". Carlos Ruiz Zafón. 175.000 ejemplares. M: 145.000 H: 30.000.

Les siguen, bajando: "Los hombres que no amaban a las mujeres". Steig Larson. "La Reina muy de cerca". Pilar Urbano. "El cuento número trece". Diane Setterfield. "Vida y destino". Vasili Grossman (55.000 ejemplares).

¿.....?


Foto cedida por Nuria: http://nuria-vagalume.blospot.com/



jueves, 18 de diciembre de 2008

La gloria de los caballos




Tomo prestado el título de este post, de un apartado del libro "Sin contemplaciones", de Fernando Savater, en donde dice, también:"Y en lo que al buen uso de la libertad respecta, poco importa que la carrera se gane o se pierda: a veces quien mejor monta llega tercero con el jaco al que las circunstancias reservaban la última plaza... Bueno lo que se dice bueno, no es quien gana siempre, pretensión absurda (teológica); ni quien cree tener derecho a achacar todas sus derrotas a las circunstancias, ni menos el que se niega a correr hasta que las circunstancias le sean favorables o idénticamente favorables para todos, dos formas desmovilizadoras de lo imposible. Bueno, realmente bueno, es quien no suele perder con el caballo que debe ganar, porque no suele montar como el que va a perder".

Me quedo con la frase para utilizarla como metáfora.

Esperar nuestra oportunidad sin dar pasos, es tomar una posición inmovilista que solo conduce al fracaso. No intentar con todas nuestras fuerzas alcanzar nuestros sueños, es perder una gran oportunidad de diseñar nuestra propia vida. Ser siempre prisionero de los convencionalismos y no mostrar nuestra singular heterogeniedad, produce frustraciones y pérdida de capacidad para resolver con verdadera diligencia nuestro futuro. No somos prisioneros de nada ni de nadie, por mucho que en ocasiones percibamos impotencia y nos transmitamos desánimo. Cuanto mas sumergidos estamos en nuestros pensamientos negativos, es cuando mayor consciencia hemos de tener, para impulsarnos, desbordando nuestra imaginación e intentando colmar positivamente, nuestras esperanzas no cumplidas.

Nada ni nadie, nos puede detener, somos nosotros con nuestros miedos y reparos, quienes propiciamos una "monta" dubitativa, preludio de una derrota. Carecer de imaginación y voluntad de hacer realidad, las imágenes virtuales, solo puede traernos sinsabores. Quien no practica, acaba tornándose torpe. No es la posesión de una habilidad especial personal, la que propicia las acciones singulares y diferentes, es mucho mas la voluntad y confianza firme en el cumplimiento de nuestros deseos, quien nos pone en el camino firme de colmarlos.

No todos partimos de las mismas posiciones de salida, las diferencias son evidentes; pero eso no debe ser la escusa o motivación negativa, para no aplicar esfuerzo e conseguir lo que deseamos para nuestra vida. Las distancias de partida, posiblemente, serán mayores en el futuro, pues nuestra sociedad, lamentablemente camina por el sendero de la desigualdad entre las personas y no por la convergencia hacia un bienestar común, basado en el respeto y la tolerancia. Son mas los rasgos potenciadores del aislacionismo, que los signos de identidad común.

Pensar en positivo es el primer paso para alcanzar con éxito nuestras metas personales, nada se resuelve con el pesimismo recalcitrante o el conformismo frustrador. Para quienes tienen esperanzas de alcanzar objetivos relevantes en su vida, de nada les sirve el temor al fracaso o el bloqueo producido por la falta de confianza, que provoca la enumeración mental reiterada de todas las limitaciones imaginables, muy al contrario, las barreras deben de ser acicates y confirmación de que estamos en la buena senda. Querer lograr nuestros deseos, sentados en un cómodo sillón, es como jugar a la bonoloto pensando que tenemos una alta probabilidad de ser únicos acertantes. La suerte no llega, se labra día a día, con errores y aciertos... pero sin tener miedo a decidir.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Agravio comparativo....





En Castellón se celebra un Mercado todos los lunes. Han inaugurado, recientemente, un recinto para estos eventos, cubierto por un tejado en forma de olas superpuestas, muy ingenioso y quizás muy decorativo, pero como es alto, cuando llueve y hace viento los puestos de los extremos se mojan, buen arreglo. Es un lugar, que otra cosa no, pero frío hace todo el que haga falta, sobre todo los puestos que miran al Norte.

Venden de casi todo, pero a mí me gusta en especial la parte de frutas y verduras. Este lunes estuve y efectivamente el "vientecillo" que soplaba "cortaba el cutis"; pues bien, no se que pensaran, estas personas de las fotos, que como se puede apreciar estaban en los puestos, congelados y vendiendo; sobre todos estos "personajes", que desde despachos atemperados y cómodos, hacen esos negocios tan suculentos y lucrativos.

Ellos allí desde las 8 de la mañana hasta medio día, aguantando estoicamente, para colocar los productos. Cuando regresaba a casa, con las frutas y verduras, que había comprado, estaba inquieto y pensativo. Tanto esfuerzo, para casi tan poco; cuando en otros ámbitos con tan poco esfuerzo se obtiene casi todo o todo. Seguro que estas personas de los puestos de frutas, si en el ejercicio de su actividad, cometen alguna infracción, les llegará una sanción... y la pagarán, por la cuenta que les trae, la pagarán.

En otros ámbitos, de chaquetas cruzadas azul marino y corbatas llamativas, cuanto mas gorda es la "felonía", menos se paga. Cuanto mas grande es la "pelota" de Euros estafados, mas diluida está la responsabilidad o es imposible de identificar; pero además aunque se evidencie, es igual, el dinero se lo ha llevado el viento y nadie sabe donde está. Solo lo echarán en falta quienes lo han aportado y perdido.

No creo en los Estados, tuteladores de la población en general. Creo, mas bien, en las reglas de juego, que potencian la libertad en todos los sentidos, incluso la libertad para arruinarse; pero asimilo muy mal, que quienes aprovechándose de la buena voluntad, de su posición influyente y de su innata capacidad para el engaño, pululan por el mundo aprovechándose de esa libertad para coartar la de los demás, de forma impune y reiterativa. Jugar a los negocios, para engañar a los demás y salir de "rositas", me revuelve el estómago. Aquí si que añoro unos Estados implacables y voraces, para identificar a los "fontaneros de pacotilla", publicarlo, para que todo el mundo lo sepa y aplicarles el castigo, que la ley tenga previsto.

Repito, aprovechar la libertad, que otorgan las democracias, para urdir tramas financieras perversas, debería de ser una acción de "alto riesgo", las autoridades económicas tendrían que aplicar medios y esfuerzo, en reprimir y sancionar de modo ejemplar tales actos. Y la mayoría deberíamos de ser formados, para evitar, que nos dejemos arrastrar por el estado del bienestar y confundamos nuestra felicidad con la posesión de bienes, sobrepasando para obtenerlos, nuestras posibilidades reales y no entendiendo, que no nos ayuda a ser felices, quien nos incita a consumir irreflexivamente, mas bien, acabará apoderándose de nuestro entendimiento, forjándonos "ideales" de vida superfluos.

Como dice John Kenneth Galbraith, en su libro "La cultura de la satisfacción"[1992]: "La presente era de la satisfacción llegará a su fin cuando y sólo si los procesos adversos que fomenta perturben la impresión de cómodo bienestar; si es que llega a hacerlo. [...] Existen tres posibilidades factibles de que ello sucediera: un desastre económico generalizado, una situación militar adversa asociada a un desastre internacional, y la irrupción de una subclase furiosa. [...] Lo mas importante es el rasgo distintivo de la mente financiera; esa manifestación bastante curiosa de la inteligencia humana se caracteriza, por una duración de la memoria breve. en consecuencia, el recuerdo de los efectos económicos del pasado desastre, que ha ocurrido debido a pasados errores de optimismo acaba esfumándose. En su lugar surge una confianza nueva en el talento extraordinario y excepcional de una nueva generación. [...] Repetimos, el error de la mente financiera unido al espejismo popular consistente en creer que, a pesar de las pruebas firmes de lo contrario, la asociación con grandes sumas de dinero indica perspicacia económica".









viernes, 12 de diciembre de 2008

Hipoteca Subprime (IX)


Llegados a este punto, queda constatar brevemente la cronología de los hechos.

Antes de Mayo 2006:

Desarrollo creciente de las hipotecas Subprime a partir de la segunda mitad de los años 90.
La crisis financiera rusa en 1998, hace parar el crecimiento.
Entre los años 2001 y 2003, representaban un 8% de los préstamos concedidos.
En el año 2003 el crecimiento se acelera. Factores como el crecimiento del precio de la vivienda y la salida de fondos de las inversiones tecnológicas lo propician.
El incremento del negocio, motiva una posición mas tolerante en cuanto al riesgo.


De Junio 2006 a Junio 2007:

Comienzo de los primeros síntomas de la crisis, el aumento de la morosidad provoca que New Century Financial y Ownit Mortage Soluions, presentan concurso de acreedores.
En 2007 (febrero), New Century Financial anuncia que debe reestimar sus provisiones de 2006 para reflejar el incremento registrado en las pérdidas por recompra de hipotecas morosas.
Los principales prestamistas en el mercado de hipotas subprime, reducen su actividad, con motivo de ello, Ameriquest despide a la mitad de la plantilla y Freemont general abandona estas operaciones.
En 2007 (Abril), New Century Financial, se declara en suspensión de pagos.


De Julio 2007 a Agosto 2007:

Los inversores que habían adquirido deuda, comienzan a anunciar pérdidas.
El mercado de MBS y CDOs pierde liquidez. En Agosto, Paribas anuncia que, debido a la falta de liquidez del mercado, no puede valorar debidamente su cartera de estos bonos.


De Septiembre 2007 a Enero de 2008:

Octubre y Noviembre son meses para anotar pérdidas a los títulos respaldados por MBS y CDO.
Concentración importante de estas inversiones en Merrill Lynch y tambien en City Group.
El deterioro del valor de estos títulos, se hace manifiesto, del 1 de Octubre al 25 de Noviembre, cae de un 96% del nominal a un 80%.
El mercado e MBS y CDO, pierde liquidez muy aceleradamente.


De Febrero 2008 a Junio 2008:

Las aseguradoras comienzan a notar la crisis, AMBAC, MBIA, Fannie Mae y Freedie Mac, ven peligrar sus solvencias, por las fuertes posiciones en estos productos.
Posiciones de reserva en los demás tipos de crédito, por las consecuencias previsibles del desenlace de las hipotecas subprime.
Pérdida total de la confianza de los prestamistas en los créditos a empresas y consumidores. Se incrementan fuertemente las dotaciones por insolvencia de los bancos comerciales.


Desde Julio de 2008:

En 13 de Julio, Hank Paulson, Secretario de Estado del Tesoro (EEUU), anuncia que el gobierno federal garantiza la concesión de nuevas lineas de crédito a Fannie Mae y Freddy Mac (parecen nombre de payasos de circo). Además toma el compromiso de adquirir acciones de estas compañías si fuera necesario.
El 16 de Septiembre, la Reserva Federal concede lineas de crédito a AIG por 85 b$. El gobierno adquiere un 79,9$ de las acciones. AIG tenía 58 b$ en riesgos vinculados a hipotecas Subprime.
El 23 de Septiembre, Hank Paulson propone al congreso de EEUU la aprobación del TRAP (Troubled Assets Relief Program), según el cual, se propone invertir unos 700 b$ para adquirir a los bancos sus activos tóxicos.


la caída se ha desencadenado.... todo se precipitará...



Cronología extraída de la conferencia de M. Illueca, Universitat Jaume I.





miércoles, 10 de diciembre de 2008

Hipoteca Subprime (VIII)



Todo el pescado está vendido, la madeja se ha ido desgranando de forma correosa, todo el mundo ha estado mirando hacia otra parte, nadie quería dejar de enriquecerse y la avidez por "mas y mas.." ha quedado patentizada.

Pero todo en la vida tiene picos, mesetas y valles, cuando mas alta estaba la cresta de la ola; la base de todo este negocio, comienza a resquebrajarse; como si se tratase de un castillo de naipes al que se le retira una carta de su base.

Los precios de las propiedades inmobiliarias, comienzan a tocar techo, se paran, no se incrementan como cohetes; se han tornado en carcasas de fuegos artificiales, suben, suben, suben, pero cuando están en lo mas alto estallan y su estallido además de ruidoso, tendrá un efecto devastador sobre toda la avaricia.
Con el retroceso de los precios de la vivienda, las cosas se complican, las hipotecas que no se pagan, aquellas que resultan fallidas, ya no son fáciles de resolver, no pueden ser recolocadas en el mercado, porque el precio, que rige en ese momento, lo hace inviable y por tanto levanta claras señales de alarma. Pero los impagados no vienen solo de los que tenían posición dudosa en la concesión, se producen, también, de aquellos que han suscrito la hipoteca para especular y ven como los precios comienzan a colocarse en posiciones por bajo de su compra; no pueden seguir pagando y deciden acotar la pérdida, dejando la propiedad y convirtiéndose en un moroso mas.
La cadena descendente ha comenzado. La morosidad que estaba fijada como vimos en el 1%, en poco tiempo pasa al 6%, pero no se detiene, se duplica y se vuelve a duplicar y en poco mas de seis meses se coloca en el 30%. Estremecimiento global y mucho miedo en el cuerpo, pulso tembloroso; no como cuando se urdía la trama que era firme, muy firme.
Los bonos no podían quedar al margen de tamaño desaguisado, las cotizaciones que estaban manteniéndose en el mercado en torno del 85%, caen de forma vertiginosa al 50%, es decir no hay mercado, porque nadie desea vender, perdiendo un 50%. Pero el alcance es mayor, las empresas grandes poseedoras de bonos (Bancos, fondos, etc) que tienen en sus carteras CDOs de hipotecas subprime, aunque no vendan, deben valorarlos al precio teórico de mercado y claro en estas circunstancias representa reconocer unas pérdidas descomunales.
Además, muchos suscriptores de bonos, habían contratado seguros del precio de reembolso del bono y con estas caídas, las compañías de seguros, ven ante sus ojos, como tienen que empezar a preparar inmensas cantidades de dólares, para compensar a sus asegurados de los quebrantos que se ciernen. Algunas de ellas quiebran, sin mas remisión.
Entonces sí; el trabajo que no hicieron las Agencias de Rating, en el comienzo, lo ponen en práctica de modo inmediato, bonos que habían sido calificados como AAA, pasaron a ser recalificados dada las expectativas y colocados en B, es decir cuatro escalones menos. El mensaje al mercado es, lo que valía mucho, era muy seguro y muy líquido, se ha transformado en una roca, sepa Vd. posedor que tiene un puñado de arena de playa entre las manos. Standard & Poors lo hizo con mas de los dos tercios de los bonos y Moody's lo practicó a mas de 5.000 bonos. Esta actuación me trae a la memoria, la definición que hace un buen amigo sobre los bancos, dice: "Un banco es una entidad de lucro, que te deja el paraguas cuando no llueve, pero que en cuanto empieza a nublarse, te reclama que se lo devuelvas con toda urgencia".
Hay que recordar aquí, que las Agencias cobraban unos 200.000 $, por calificar una emisión de CDOs, pero además en la practica, si la calificación no gustaba al emisor no pagaba...
Al producirse los primeros efectos negativos, la onda expansiva fue demoledora, se extendió con gran rapidez a todas las emisiones, a todos los propietarios y cundió la bancarrota, nadie podía salir, ni aunque asumiese pérdidas del 50%, todos estaban atrapados y la bolsa se quedaba estupefacta. Se estimaba que este "desliz" con las hiptecas Subprime, supondría unas pérdidas, solo en EEUU, de 250.000 Millones de Dólares, pronto quedan rebasadas y rebasadas y nadie al final se atrevía a cuantificar. Pensemos que en 2001, los préstamos hipotecas subprime, representaban el 5% del mercado y en 2006, alcanzan al 20%, lo que representa unos 605.000 Millones de dólares (datos de la Asociación de banca Hipotecaria e Inside Mortage Finance).
Las voces de opinión se van alzando y afirman que las Agencias de Rating "no advirtieron adecuadamente a los inversores del riesgo de los valores respaldados por hipotecas; y señalan que las agencias también son vulnerables por el conflicto de intereses que supone recibir ingresos procedentes de las compañías cuya deuda deben calificar". La SEC (Securities and Exchange Commission), que es el equivalente de la CNMV española, pone en conocimiento que "ha iniciado un examen de las políticas y procedimientos de las agencias de calificación. Este estudio también examinará el significado de los ratings, y los posibles conflictos de intereses de las agencias que dan consejo sobre emisores de deuda hipotecaria y entidades concesionarias de préstamos hipotecarios". (Muerto el burro échale cebada al rabo).
El informe de la SEC acabará concluyendo que: a) Las Agencias no supieron separar el conflicto de intereses que suponía la calificación y el cobro de honorarios, b) No contaban con informes claros identificando los criterios seguidos para la calificación. c) El fuerte incremento del trabajo, hizo que las Agencias se viesen desbordadas y no contasen con personal suficiente y cualificado para hacer el trabajo, d) No siguieron los bonos, para comprobar que su calificación no cambiaba y era adecuada, algunos bonos mantuvieron la calificación, incluso, después de comenzado el conflicto.
Y mas, y mas y mas..... la espiral se ha puesto en marcha.
(continuará)
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