domingo, 12 de septiembre de 2010

Introspección


Dice Luis Rojas Marcos en su libro “Superar la adversidad. El poder de la resiliencia”: “Componente fundamental de nuestras funciones ejecutivas es la introspección. En general, recurrimos a esa capacidad de observarnos internamente movidos por la necesidad de entender las causas de nuestros pensamientos, emociones y actos, o de encontrar explicaciones a los sucesos que nos afectan. Buena parte de esa introspección la llevamos a cabo en conversaciones privadas con nosotros mismos. Casi sin darnos cuenta nos hablamos, oímos cómo pensamos y observamos como actuamos. Esa constante observación interior nos permite reflexionar y nos sirve para recapacitar cuando nos planteamos decisiones importantes, o buscamos formas de salir de un atolladero. Con ello podemos anticipar las consecuencias de nuestras acciones, tomar medidas que faciliten nuestra seguridad, programar nuestras conductas de cara a satisfacer nuestros deseos y juzgar el resultado de nuestros actos”.

Conservamos, sin lugar a dudas, esa capacidad de observarnos. Pero casi esta en posición de obsolescencia, principalmente por el escaso tiempo, que tenemos cada día para poder aplicarlo a ese cometido. Estamos siempre llegando tarde a algo, tenemos que hacer diariamente muchas cosas y con mucha premura y no podemos distraer ni un minuto. Nos imponemos ese ritmo frenético, para tener la sensación de actividad y satisfacer indirectamente a nuestra conciencia, pensando que ya no llegamos a más y que por tanto estamos completamente disculpados de las acciones, que no llevamos a cabo con diligencia.

Por otra parte, sabemos que no nos interesa practicar la introspección. Nos revela una versión de lo que hacemos, que preferimos ignorar. Tenemos dificultad para interpretar cuales son las causas que nos mueven a hacer o no hacer, porque en muchas ocasiones ejecutamos mimetismos, que nos transmite la sociedad y de los cuales no podemos prescindir. Internamente tenemos un “desencuentro”, porque lo que hacemos no nos termina de satisfacer.

No tendría mucha relevancia en el día a día, con cuestiones la mayoría triviales, si no fuese porque la falta de práctica en aplicar la introspección, nos juega “malas pasadas” cuando abordamos decisiones importantes. El poco tiempo, se acumula aquí, a nuestra escasa tendencia a la reflexión – dado nuestro “inaceptable” ritmo de vida – y nos produce un efecto adverso que sesga el contexto de nuestras decisiones importantes. Hemos casi anulado, nuestra capacidad de raciocinio sereno y exento de condicionamientos, apostamos por la vorágine permanente.

La conclusión de este entramado es, constatar que: “vamos” por donde no queríamos ir y hacemos lo que seguramente, no nos reportará satisfacción. Eso sí, cada vez a mayor velocidad; pareciera como si lo importante fuese hacer muchas cosas en escaso tiempo (lo que en la empresa sería eficiencia). No deberíamos ese parámetro, para evaluar el resultado de nuestras acciones; el número de asuntos aparentemente resueltos, no es en ningún caso un indicador de “buen hacer”. Lo que verdaderamente nos reporta equilibrio es, lo que esta hecho de acuerdo con los argumentos de esas conversaciones privadas que indica Rojas Marcos. Pero ahí, claro está, no salimos bien parados y preferimos, como en muchas otras cosas, ignorarlas.

Como vamos a tener equilibrio, estando mayoritariamente en desacuerdo internamente con nosotros mismos. No es la falta de tiempo lo que nos produce este resultado, no podemos alegar premura en la acción, para justificar nuestra insatisfacción; más bien hemos de señalar nuestra precipitación innecesaria en la toma de decisiones, unido a una casi absoluta “crítica objetiva”, que nos corrija el rumbo en el futuro. No “perder el tiempo” planificando - en la empresa – siempre ha sido la antesala del fracaso. Resolver con el criterio ajeno mayoritario, no es un seguro de acierto, ni permite minorar la crítica que nos hacemos cuando reflexionamos.

Satisfacer nuestros deseos y empeñarse en ello debería ser nuestro “norte”. Hacer muchas cosas, que adicionadas, nos producen escasa o nula satisfacción, es un error claro de planteamiento. No busquemos cantidad, es mucho mejor la calidad… pareceremos menos importantes, pero seremos mucho mas felices
.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...