Dice
Lawerence M. Millar en su libro “De
bárbaros a burócratas. Estrategias para el ciclo vital de las empresas”: “Las
culturas, y las empresas, sólo progresan mientras los líderes identifican los
retos y encuentran esas soluciones creativas; la solución más afortunada no es
la que conduce a una situación de tranquilidad, sino a un nivel de incitación
superior, el cual demandará otra reacción creadora nueva. Ésa es
precisamente la función esencial de los
líderes. Cuando éstos se duermen en los
laureles y confían en las soluciones del ayer, empieza la decadencia… El
comportamiento de los líderes es el que explica la energía dinámica, la heroica
creación de puestos de trabajo y de riqueza en las pequeñas empresas que
empiezan y que prosperan con rapidez; también, el caos burocrático, el
desencanto y el despilfarro de recursos humanos y de capital que se alojan en
la masa de las grandes corporaciones y de los organismos de la Administración
Pública, de donde toda creatividad está ausente. El comportamiento de los
líderes, por último, es lo único que puede regenerar a esas compañías en
decadencia.”
La
costumbre crea leyes y normas no escritas, que son extraordinariamente
difíciles de soslayar. En una organización empresarial, la frase “siempre se ha
hecho así”, es una manifestación de inmovilismo; quienes así se manifiestan, lo
que en realidad quieren decir de forma encubierta es, que no están de acuerdo con los cambios propuestos y se
disponen a resistencias “numantinas” e incluso al boicot del plan.
No
es posible labrarse un futuro de negocio sólido, atendiendo sólo a los modos
tradicionales de gestión, no innovar en los momentos actuales, tanto en
productos como en gestión es comprometer seriamente la continuidad de las
operaciones. Buscar con insistencia tranquilidad y sosiego, para complacerse
con lo conseguido - aunque ello sea muy relevante -, es colocarse en una
posición claramente inestable. El éxito de hoy, seguramente se tornará en fracaso
mañana.
Cuanto
mas grande sea la organización, este efecto será más acusado. No solamente por
la imposibilidad de transmitir con efectividad a todos, cuales son los
objetivos y estrategias, sino porque los escalones intermedios de mando,
son entre otras cosas, los propiciadores
de dificultades y resistencias. No es necesarios que tomen acciones en contra
de las innovaciones, con que no las transmitan con claridad y las justifiquen
es mas que suficiente.
Son
estos jefes intermedios los verdaderos responsables de algunos planes fracasados,
porque su juicio de conveniencia, no está realizado en función de la utilidad
empresarial, sus razonamientos, siempre se plantean en términos personales, es
decir, en cual es la situación en que queda su parcela de “poder” con las
innovaciones propuestas. Para ellos no es bueno algo, que les cercene parte de
sus atribuciones, aunque sea claramente beneficioso para la organización, sin
percatarse de que con ello, en principio, lo primero que conculcan es su propia
situación, pero además, son partícipes de algo mucho más grave, no potencian y
consolidan la supervivencia de la
empresa.
Es
absolutamente inapropiado, “frenar” los planes de la organización, siempre que
no satisfagan las aspiraciones individuales. El auge o decadencia de la empresa
está muy ligado a capacidad de sus miembros, para asumir responsabilidades e
impulsar los planes diseñados con entusiasmo. La “tibieza” o el soslayo, sólo
conducen al fracaso… tanto individual
como colectivo.
2 comentarios:
Supongo que para llevar a cabo según qué iniciativas de envergadura son necesarias las grandes empresas y las corporaciones...pero algo me dice que el futuro (si no se acaba hundiendo todo, claro, que una ya no sabe qué pensar) pasa por las pequeñas y medianas empresas, con menos mandos intermedios y más facilidad para el control, para la comunicación y para la innovación. Siempre y cuando, por supuesto, el capitán del barco tenga un poco de cabeza y de inquietudes.
Un saludo y buen fin de semana!
efectivamente Mercedes, hay proyectos que por su magnitud, sólo pueden ser desarrollados por grandes organizaciones.
Pero cuanto mas grande es la organización, más posibilidades hay de que sea "colonizada" por la burocracia.
Cuando eso ocurre, no todos trabajan para los objetivos empresariales, hay quienes trabajan para si mismos, interpretando y ejecutando todo en base a su conveniencia.
En estas circunstancias, es cuando se produce el "secuestro" del líder. La información no fluye y sus propios mandos dificultan mas que ayudan.
Salu2:
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