Dice Eduardo Punset, en su libro "Adaptarse a la marea": "El cerebro no ha sido diseñado para buscar la verdad, sino para sobrevivir, y emplea mas tiempo evitando darse contra una pared que descubriendo el teorema de Fermat".
Y nosotros permamentemente encargándole tareas para las que realmente no está, especialmente, programado. Sin dejarle hacer su trabajo, serenamente. Hemos confundido las funciones, creemos que lo principal es el razonamiento, la planificación, la previsión, etc. Cuando en realidad, lo que verdaderamente tiene que hacer es guiarnos en las funciones corporales, para que nos desenvolbamos con adecuada soltura.
Cuando lo forzamos con razonamientos machacones, reiterativos e incluso obsesivos, demandando respuestas con insistencia, en realidad lo que hacemos es "fundirle los plomos" y a partir de aqui todo se descompone. Teniendo fiel reflejo con carácter inmediato en las funciones corporales. Es decir, "nos daremos contra la pared" con rapidez, dado que lo distraemos de su trabajo ordenado.
Tenemos tendencia innata a forzar los acontecimientos, creemos que nuestra capacidad de presionar es ilimitada. Buscamos siempre con insistencia acomodarlo todo, a nuestros propios deseos. Sin darnos cuenta que la impaciencia, es claramente la peor consejera, para llegar a donde deseamos. Lo que no quiere decir, que no seamos perseverantes y por tanto no nos dejemos influir de forma negativa por los primeros fracasos.
Fijémonos metas accesibles, rechacemos el conformismo, evitemos las influencias negativas, pensemos siempre en positivo, pero hagámoslo de forma que el cerebro trabaje libre de ataduras ficticias, construidas a base de imaginar situaciones futuras no gratificantes. Vivamos el presente con intensidad y potenciemos los pequeños detalles, que son la verdadera vida... Los hechos insólitos tienen probabilidades remotas... aunque no son absolutamente inviables.
2 comentarios:
Muy interesante, nunca me lo había planteado desde este punto de vista.
Un saludo
La verdad es que me he dejado llevar por Eduardo Punset, a quien admiro profundamente por su genialidad y singularidad.
gracias por el comentario
salu2
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