Dice
John Kenneth Galbraith en su libro “Breve
historia de la Euforia Financiera”: “en todos los episodios de especulación hay
siempre un elemento de orgullo en descubrir qué hay de aparentemente nuevo y
altamente remunerador en el
ámbito del instrumento financiero o de
la oportunidad de inversión. El individuo o la institución que así actúa se
considera prodigiosamente por delante de la masa. Este planteamiento se ve
confirmado cuando otros corren a explorar los efectos de su propia visión (sólo
que ligeramente más retardada). El descubrimiento de algo nuevo y excepcional
halaga el ego del partícipe, como se espera que halague también su cartera. Y
durante un tiempo así es en efecto.
Mas para los instrumentos financieros
nuevos, la experiencia estable ce una firme regla, y en pocas materias su
comprensión es más importante y frecuente, claro está, más sutil. La regla en
cuestión dice que las operaciones
financieras no se prestan a innovación. Lo que recurrentemente se describe y se
celebra como tal es, sin excepciones, una pequeña variante de un esquema ya
establecido, y debe su carácter distintivo a la ya mencionada cortedad de
memoria en materia financiera. El mundo de las finanzas aclama la invención de
la rueda una y otra vez, a menudo en una versión algo más inestable.”
Así
que todos estos personajes fatuos y engolados, que con palabras grandilocuentes
nos narran machaconamente las bondades de los nuevos “productos”, que nos
permitirán participar de beneficios superiores a los que estamos obteniendo por
nuestro ahorros, para que “piquemos” e invirtamos; hablan siempre de lo mismo,
son las mismas añagazas pero presentadas con argumentos diferentes.
Lo
malo es que ni siquiera, quienes nos hacen tales propuestas, son los verdaderos
urdidores; no son mas que colaboradores indispensables, para que pueda ser
montado el castillo de naipes, son quienes, con objeto de cumplir unos
determinados objetivos, desbordan la confianza de sus clientes y les facilitan
el acceso a instrumentos que les
multiplicarán – como los panes y los peces – sus dineros. Sin percatarse de que
el “desaguisado” les alcanzará de modo personal, porque la gran mayoría
contrata, no por la institución, sino por el proponente.
Cumplen
su función - sujeta a salario -, y no voy a ser yo quien critique con ”acidez”
esta actuación, porque cada cual en su desempeño profesional, tiene recuerdos
que “tapar”, de acciones u omisiones, no totalmente acordes con su ética personal. Porque el cumplimiento eficaz
de las tareas encomendadas en el seno de la empresa, presenta la dicotomía, de
que en ocasiones, la eficiencia está frontalmente contrapuesta a los principios
personales de cada uno. En esta vida hay muchos mas peajes a pagar, que los de
las autopistas y algunos no son pecuniarios
Aún
siendo así, se produce una colaboración voluntaria e indispensable, es decir,
el verdadero contenido del “producto”, se oculta deliberadamente, para no
sembrar sombras sobre su bondad y propiciar la suscripción. La letra pequeña de
los documentos; esa por la que se criticará a los afectados de modo firme,
afeándoles su gesto inconsciente al no
haberla leído antes de firmar; se soslaya, no se si por ignorancia o con
intención perversa.
Al
final se produce una convergencia de intereses aparentemente espuria, la avidez
por el mayor rendimiento, ajusta perfectamente con el objetivo “colocador”;
ambos se dejan caer por una suave pendiente, asumiendo un riesgo desmedido; uno
compromete sus ahorros, y el otro la confianza y su propio prestigio personal.
Pero
como siempre, los verdaderos responsables de tan buena “idea”, quedan al
margen, refugiados en sus poltronas y arropados por sus lujosos despachos, una
cosa que ellos si que saben es, que la memoria es “flaca” – como señala
Galbraith – y su paciencia inconmensurable, es decir esperarán expectantes su
nueva oportunidad para comenzar de nuevo con otra genialidad, para acumular más
aún, aunque eso sea a costa de muchos “pocos”.
Como
dice el autor citado: “al día siguiente
de la especulación, la realidad será ignorada casi por completo.”
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