Dice Ramón Tamames en su libro "Historia de Elio": "Si en la vida no redujésemos las cosas a esquema, acabaríamos por no entender nada. Te quedarías en tu pequeño rincón, sin saber donde estás. Esto es lo que le pasa a un alto porcentaje de la gente: que van por el mundo sin saber cuál es su rumbo. A lo único que aspiran en el fondo es a vegetar, aunque hoy el vegetar les exija muchas cosas más o menos sofisticadas. En realidad, la inmensa mayoría ni siquiera llega a percibir que el principal instrumento de trabajo que tenemos no son ni las manos ni los sentidos, sino el cerebro. Pero, claro está, al cerebro hay que dejarlo funcionar libremente, no aprisionarlo".
Pensar por cuenta propia, sin detenerse ante barreras o limitaciones impuestas por la sociedad o la educación recibida, es una "higiene mental" indispensable, para mantener nuestro organismo en plena forma. La satisfacción de estar en sintonía con uno mismo es mejor que cualquier árnica, desprendernos de las inhibiciones es como rejuvenecer; nos transmite una fortaleza, que no adquiriremos de otro modo.
Es el cerebro quien nos lleva de la mano, enviándonos toda una serie de mensajes, que ordenados de modo adecuado hacen que sintamos seguridad y bienestar; por contra procesados con el desorden habitual, de quienes no viven tranquilos con su conciencia, nos deja desvalidos y nos coloca a merced de los avatares cotidianos; pasamos de controlar, a mutarnos en marionetas a merced de cualquiera.
En la vida no estamos, para dejarnos llevar por costumbre o dejadez. No nos sentiremos mas cómodos, muy al contrario, nuestro trabajo nos producirá poca satisfacción y acabará por aburrirnos, que es el preludio de la frustración. Llegados a este punto haremos un análisis profundo, tratando de adjudicar responsabilidades a otros, para calmar a nuestro "yo". Aunque con resultado poco eficaz, porque la obligación de hacer los "deberes" es mayoritariamente nuestra.
Porqué buscamos culpas en quienes no las tienen, nuestro "trabajo" principal es ser felices, nuestro cometido no es asumir como inamovible el día a día, muy al contrario, tenemos la obligación de procurar siempre nuestro propio bienestar. Empeñarnos en no pensar, cerrar los ojos y dejarnos llevar por la corriente plácida de la mayoría, aunque no nos satisfaga, pasa factura y a veces importante. Seguir asumiendo la situación, intentando descargar todas las responsabilidades en los demás y ninguna en nosotros, supone ignorar la realidad y perpetuar nuestro estado, sin darle salida.
Trabajar con el cerebro, no debe estar exento de practicar una crítica ordenada de nuestro quehacer habitual, somos los mas cualificados para interpretar con gran acierto, lo que nos acontece; pero para que sea efectivo, hemos de ser completamente libres en el análisis, dejarse mediatizar para obtener diagnósticos sesgados, aunque nos produzca aparente tranquilidad, pronto descubriremos que es efímera. Por contra, asumir el determinismo en los acontecimientos cotidianos, es simplificar de modo poco adecuado la realidad, con una interpretación tan sesgada, poco avanzaremos, es más, transmitiremos confusión a nuestro centro rector.
La vida hay que asumirla con plenitud, no debemos exigirnos objetivos demasiado ambiciosos, pero tampoco podemos sentarnos plácidamente a la sombra de un árbol, esperando el "mana", porque no llegará. Establezcamos el rumbo y dejemos de "ronronear"... porque nos tornaremos memos.
Foto cedida por Nuria: http://nuria-vagalume.blogspot.com/
6 comentarios:
Por desgracia, siempre ha habido gente, religiones, sectas, sociedades, gobiernos, etc. que no han permitido el pensamiento libre.
La falta de conocimiento,principal pilar de esas circunstancias, van desapareciendo poco a poco.
La cultura, el saber, nos hace a todos libres de pensamiento.
Una vez en nuestra mano la valiosa herramienta, la de la libertad, debemos de apreciarla en todo lo que vale, que es mucho, y no permitir que se oxide, que se cercene, que se atrofie o se contamine.
Por ser muy preciada, debe ser utilizada con precisi'on, diligencia , carinho...
Algo preciado para legar a nuestros hijos, en todo lo que vale.
Besos
Me quedo con estas palabras de Tamames:"Esto es lo que le pasa a un alto porcentaje de la gente: que van por el mundo sin saber cuál es su rumbo. A lo único que aspiran en el fondo es a vegetar, aunque hoy el vegetar les exija muchas cosas más o menos sofisticadas."
Decidir es arriesgar, pero es vivir.
Me ha gustado mucho esta entrada Luis.
Un bico
He echado un vistazo por tu blog, y coincido contigo en el gusto por muchos de los autores y por las ideas. Será un placer seguirte.
Este post, lo veo interesante, me habla de independencia y de avance personales:
“Pensar por cuenta propia, sin detenerse ante barreras o limitaciones impuestas por la sociedad o la educación recibida, es una "higiene mental" indispensable
“tenemos la obligación de procurar siempre nuestro propio bienesta r” (-y sé que se consigue, cumpliendo nuestras tareas, estableciendo un orden en nuestro estilo de vida, sabiendo cómo somos y donde está nuestro sitio.
“intentando descargar todas las responsabilidades en los demás y ninguna en nosotros, supone ignorar la realidad y perpetuar nuestro estado, sin darle salida.
En síntesis: “En la vida no estamos, para dejarnos llevar por costumbre o dejadez.
Un saludo, Luis (acabo de descubrir tu nombre…).
Yuria.
Gracis por tu comentario y la apostilla, que me parece buena.
la dejadez sobre todo es muy perniciosa.
Me alegro que estés por aquí.
Salu2
Nuria:
Efectivamente todo se reduce a tomar decisiones, aún a riesgo de equivocarse.
Quien no hace nada - ya ha decidido -, pero la pasividad es nociva, siempre.
Salu2
Luna:
Ser libres de pesamiento, esa es la clave... me gusta, gracias por recordarlo.
Salu2
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