martes, 11 de noviembre de 2008

Asumir la realidad (II)




Dice Ramón Tamames en su libro "Historia de Elio": "¿Por qué se busca tantas veces la plenitud en la ostentación y en la opulencia?. No sabemos apreciar lo mucho que valen las cosas sencillas hasta que las circunstancias difíciles nos hacen evidentes sus valores inmediatos. Un hombre, para vivir, necesita una cama, una silla, una mesa, un libro, comida, aire, luz y compañía. Y poco más. En vez de tener suficiente con eso, tendemos a rodearnos de todo un maldito entorno artificial, que acaba por encadenarnos. Y sólo cuando salimos de ese ambiente, recobramos nuestra libertad".

Como vamos a evitar la ostentación, si todo lo que nos rodea lo es. Estamos investidos desde pequeños en una espiral de consumo innecesaria. Pero es que, el equilibrio de nuestra sociedad está basado, principalmente, en ese parámetro. Si no consumimos la economía no funciona y si la economía se para, acabaremos siendo mas infelices.

Contrastes; somos el motor de lo que intentamos rechazar, porque si no seguimos esas leyes no escritas, empeoramos. ¿Qué nos van a contar sobre la vida real y la virtual?, ¿qué vamos a decir?, ¿cómo vamos a cambiar nuestras prácticas de tantos años?, nos parecerá que nos quedamos casi desnudos e indefensos. Nos revestimos de coraza y armadura a través de la apariencia, porque estamos inseguros y tenemos miedo a confiar en los demás, escondemos nuestro verdadero yo, disfrazándonos de lo que no somos, para poder mudar a nuestra comodidad.

No estamos predispuestos a vivir con lo necesario, o dicho de otro modo, hacemos ver que cosas absolutamente superfluas, nos son imprescindibles para ser felices; consumimos cuanto mas mejor, porque nuestra insatisfacción real, queremos acallarla con la posesión de bienes materiales, buscamos la felicidad en los objetos y al final somos esclavos de una obsesión convulsivo-compradora, que nos corroe y atenaza.

Paliar nuestra ansiedad adquiriendo cosas, para mostrarlas a los que nos rodean y pretender con ello impresionarlos y "venderles" otra persona, es ensombrecer nuestra singularidad, que seguro es mucho mas interesante en su estado natural. Nuestra personalidad, no puede conformarse a base de objetos, somos mucho más, que un atributo adquirido a través de un determinado artículo; no interiorizarlo, es alienarse de modo impropio.

Reaccionemos a tiempo, si lo dejamos correr, estaremos rodeados de bienes superfluos, pero cada día mas solos... y lo peor, los que nos quieren tratando de "encontrarnos".

1 comentario:

MARU dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con la filosofia que esgrime Ramón Tamames-, persona de larga trayectoria política, lectiva y de reconocidos méritos.

También, por supuesto con tus argumentos, que suscribo en su totalidad.

Pero quizás no será que estamos tan seguros, porque cada uno en su medida, ha obtenido esos logros?

De lo que si estoy contenta es de dos cosas.
Que, pensando que la vida me ha tratado bien, y, he podido saber lo que es consumir, gastar, "ser", y frecuentar..... no me he quedado ahí, en el vacío.

He reflexionado y he elegido los verdaderos valores que me hacen sentir feliz.

Amor, amor, y amor, en todas sus versiones. Como "yo", como esposa, madre, hija, abuela, amiga, cuñada, tia, etc, etc,

Pero para poder elegir entre el caviar o la tortilla de patata, (que para mi no tiene color la elección )hay que poder probar el caviar...

Lo que espero es poder transmitir esos valores. Algunos lo entenderán, pero otros sonreirán y pensarán..... Claro!!!!!!!!!!!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...