domingo, 21 de diciembre de 2008

¡Silencio... se vive!




Buscamos siempre la palabra y huimos del silencio, sin pensar que hay muchas palabras huecas y silencios muy elocuentes.

Cuando ya no quedan palabras, siempre está el silencio, para recuperar el equilibrio perdido. Somos una generación locuaz, cargados de frases estereotipadas, para seguir ocultando, de forma inconsciente, nuestros verdaderos sentimientos. Quien no sabe dialogar en silencio - es decir con uno mismo -, pierde uno de los acicates mas importantes para conformar su equilibrio.

Pensar para luego hablar, es un ejercicio poco común, mas bien la acción habitual es la contraria. Como si de una carrera tasada en tiempo, se tratase, queremos abarcar cada día más, no estamos contentos con lo que somos, ni con lo que hacemos; siempre tenemos alguna barrera que superar mas allá del ahora. Este planteamiento de vida, nos torna personas "montadas" en la prisa, en el desasosiego y la falta de serenidad; la consecuencia es una acción acompañada de frases llenas de premura y poco tiempo para comunicarnos. No solo vivimos la urgencia, sino que la transmitimos constantemente.

¿Y la capacidad de reflexión? ¿y la serenidad y la tranquilidad?. ¡están en desuso!, quien las practica, casi seguro, que será contemplado como un "bicho raro". Como vamos a detenernos, si viajamos al límite de velocidad siempre, con tantas cosas pendientes de cumplimentar, que nos producen desasosiego y sensación de precariedad, que asombra, incluso, que tengamos la capacidad de resolver algo, influidos por ese estado de alerta tan incomprensible.

Queremos todo, pero de forma rápida, pensamos en lo que nos falta para terminar el día, enumerando el gran número de cosas - algunas de ellas inútiles - que tenemos por cumplimentar y por la mañana al salir a la calle, ya llegamos tarde a algo. Nuestra vida cotidiana es un movimiento continuo y rápido, para no llegar a ninguna parte. Lo que importa es hacerlo deprisa y acompañarlo con frases hechas, evidenciando la urgencia y la falta de tiempo.

La era de las palabras. Comunicarse es mucho mas que hablar. Comunicarse es decir con la mirada, sonreír con los ojos y conciliar con el gesto. Comunicarse es, en definitiva, hablar solo en último extremo y evitar con ello, que las palabras hueras escondan nuestros sentimientos verdaderos. Comunicarse es, no necesitar los sonidos...poder sentir el silencio al unísono.
Comunicarse es... vivir sin estridencias, caminar de puntillas sin hacer ruido, como se mueven las nubes en el cielo.
Foto del blog de Nuria: http://nuria-vagalume.blogspot.com/

10 comentarios:

MARU dijo...

Seriecito, antes de nada, deseo que estos dias de fiestas familiares que se avecinan, los puedas pasar como tú deseas.
Te deseo paz, harmonia, felicidad y renovadas ilusiones, primero para ti, y luego, por ende, para los que te rodean.

Muchos besos, Luna

seriecito dijo...

Luna:
Gracias, igualmente.

Saludos:

amatamari© dijo...

"Un maestro Zen se cuelga con los dientes a la rama de un árbol.
Mónaco y pasa a una pregunta: "explicar qué es la verdad".
Si usted contestó accidentes y muere. Si no hay respuesta a su tarea.

MARU dijo...

Seriecito, he entendido muy bien lo de las palabras huecas, pero lo de silencios elocuentes, personalmente, se me hace muy difícil.

Sí lo entiendo en las distancias cortas, donde los ojos y la piel no necesitan palabras.

Suelo hacerlo, cuando lo que he de decir puede herir a alguien, cuando mi respuesta pudiera ser intempestiva, o cuando no conozco el tema del que se está hablando.

Pero normalmente,- estoy segura que es cuestión de carácter, - me gusta la comunicación con la gente.

Soy habladora, locuaz, muy cominicativa, muy extrovertida, y no tengo ningún pudor en expresar mis sentimientos.

Los malos si. Soy incapaz de reñir o discutir con nadie.
Me asusta, Prefiero callar, no porque me sienta vencida, sino porque no quiero el combate.
Si la pelea es fútil, prefiero la retirada.

Conforme voy cumpliendo años, tengo menos necesidad de parapetarme.
Soy como soy, la que soy.

A lo mejor cuento más que me cuentan. Pero me dá igual, necesito hablar, sentir, oír, contar, para mí es un intercambio de sentimientos.

Me gusta acariciar, reirme, abrazar, e intercambiar todas las emociones que soy capaz de sentir.

Qizás, sea cosa de la edad. Pero sabes?
Me siento muy, muy feliz.

Seriecito.
Este blog, para mi, ha supuesto la ocasión de, desde la distancia, poder seguir viviendo la ilusión, la imediatez de poder conocer a más gente y comunicarme con ella, sin tapujos, sin cohibirme, sin reparos, sin taras sociales, sin nada. Solo palabras.

Eso, te lo tengo que agradecer, y así lo hago.
Gracias, Seriecito, por abrirme este vasto horizonte, cuando entré en tu blog.

Un beso, Luna

seriecito dijo...

Luna.

"Me asusta, Prefiero callar, no porque me sienta vencida, sino porque no quiero el combate.
Si la pelea es fútil, prefiero la retirada".

Eso es un silencio elocuente...

Que estés aqui, a mi también me ha potenciado.

Salu2:

Nuria dijo...

A veces los silencios son escudos tras los que puede esconderse la cobardia, una huida para no enfrentarse a....lo que sea.

Los torrentes de palabras bonitas, grandilocuentes, que no resisten el paso del tiempo, son detestables. Son como un espejismo, como un castillo que se derrumba.

Mejor tener la personalidad y valor para decirlas de verdad, mirando a los ojos, con el corazón, con sinceridad y honestidad. Siendo consecuente.

Pero vivimos en un mundo de hipocresía, de egoismo y superficialidad. Priman otras cosas.

Un abrazo

MARU dijo...

Tienes razón, Seriecito, no lo había pensado, en ese sentido, pero callar mis pensamientos negativos, o, no mostrar mi lado NO agresivo, también son silencios.....

Gracias.
Procuraré poterciarlos más. Ahora de forma consciente.
Gracias.
Un beso

Rocío dijo...

caramba...qué interesante! he dado con tu blog por casualidad. justo cuando he terminado "la ciencia y la vida", y buscando gente afín, que le hubiera gustado también..me encuentro con tu espacio que invita a la reflexión.

enhorabuena! saludos desde sevilla! : )

Carol dijo...

Estoy de acuerdo con seriecito en lo de los silencios elocuentes, a veces , muchas veces, las palabras sobran y es innecesario añadir una más.

Me ha ocurrido en alguna ocasión que he querido decir algo y me he dado cuenta que no hacía falta y mi silencio era la respuesta más adecuada.
En algunas clases de enfrentamientos el silencio es lo más elocuente que podemos usar para decir lo que pensamos; saber callar a tiempo es una virtud que no todo el mundo posee pero que es
algo que deberíamos adquirir y usar.

seriecito dijo...

Rocio:
Bien venida, comenta siempre que puedas, eso es lo justifica el blog.

siempre serás bien recibida:

Salu2:

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