domingo, 28 de diciembre de 2008

Para una Navidad real.



Dice Juan Amos Comenius en su obra "De rerum humanorum enmendatione consulatio catholica": "Por consiguiente, si queremos que la inhumanidad deje paso a la humanidad, debemos buscar infatigablemente los medios de alcanzar ese fin. Estos medios son tres: Primero, los hombres deben dejar de fiarse demasiado de su sentido y, teniendo en cuenta la común fragilidad humana, reconocer que es indigno de ellos cargarse mutuamente de odio por razones fútiles; deberán, de manera general, perdonar las disputas, entuertos y daños pasados. Llamaremos a esto horror del pasado. Segundo, nadie debe imponer sus principios (filosóficos, teológicos o políticos) a ninguna otra persona; antes por el contrario, cada uno debe permitir a todos los demás hacer valer sus opiniones y disfrutar en paz de lo que les pertenece. Llamaremos a esto tolerancia mutua. Tercero, todos los hombres deberán tratar, con un esfuerzo común, de encontrar lo que es mejor hacer y, para este fin, conjugar sus reflexiones, sus aspiraciones y sus acciones. Es lo que llamaremos la conciliación ".

Vaya, vaya, nosotros que nos creemos el ombligo del universo, pensamos que estamos en el siglo de la cultura y la grandeza de ánimo y; en el siglo XVII, Comenius -Komensky en checo - nos propone tres principios para humanizar este mundo, seguramente lo hemos conseguido, sin enterarnos claro, porque vamos henchidos de soberbia por nuestros logros, logros ¿en qué?, en ciencia, en saberes, etc... y ¿en humanidad?, ¡también!.

Seguramente responderemos que sí; más en estas fechas, ya que nos felicitamos efusivamente y nos deseamos bienestar, pero para contribuir a ella y él, que cedan los demás, porque nosotros somos "cededores" natos, nosotros somos santuarios de la tolerancia, baste vernos: cerviz alta, ceño fruncido, gesto hierático y ademán adusto; pero eso sí, con amplía sonrisa en la boca y musitando de modo repetitivo e incansable "felices navidades" (mientras duren las pilas duracel) y mañana Dios dirá.

Como vamos a desterrar lo que llama "horror del pasado", si es nuestro principal acicate de vida es, rememorar cuantas cosas nos separan de los demás y cuan cargados de razón estamos, es nuestro deporte favorito, son otros los que tienen que olvidar, no yo; yo lo que hago, lo hago bien.

Aprender la "tolerancia mutua", es volverse de nuevo niños, comprensivos y expectantes, con mirada inocente y gesto confiado. Tender la mano el primero y olvidar los agravios ajenos. Pero no solo decirlo, hay que hacerlo y pronto, no reconocerlo y rematarlo con la manida frase "tengo que hacerlo". ¡No!, hay que ponerle fecha a la acción y cumplirla sin tapujos, el embozo para otros, nosotros con la cara descubierta y sin remilgos; se consigue mas dando ejemplo, que esperando estático la iniciativa ajena, para luego imitar.

Y "conciliar", mas difícil todavía, eso si que es un salto mortal. De las tres definiciones de la Real Academia, me quedo con la primera, a saber, "componer y ajustar los ánimos de quienes estaban opuestos entre sí". Sí, sin miedo, con decisión a componer y ajustar, pero en el ámbito de un cilindro, no en un embudo, con la parte ancha para nosotros y la estrecha par los demás. Con voluntad firme, coraje y templanza. Que difícil ¿verdad?.

Recorramos el camino, cumplamos las propuestas de Comenius y no será necesario que nos deseemos felicidad, porque ya seremos felices... "for ever". Recordemos siempre un proverbio khmer (Camboya) que dice: "los peces comen a las hormigas cuando suben las aguas; las hormigas comen a los peces cuando las aguas bajan". Seamos generosos y no nos arrepentiremos jamás.

Lo mejor para todos....

N.B.- Jan Amos Komensky (Moravia 1592-Amsterdam 1670). En la foto.



11 comentarios:

MARU dijo...

Juan Amos ComenioJuan Amos Comenio nació en la región de Moravia el 28 de marzo de 1592, en una época que en el continente europeo se caracterizaba por profundas grietas entre el catolicismo y el protestantismo que lo dividía en dos campos opuestos. Moravia se encontraba en el límite de estos dos campos, por lo que las confrontaciones se volvían allí más intensas. Y el resultado de esos malentendidos fue la Guerra de los Treinta Años, librada en Europa en la primera mitad del siglo XVII.

Sabias palabras de un hombre insigne docente,
con vocación pacifista, que vivió en el exilio hasta su muerte.

Cuantas guerras, cuantas confrontaciones, cuanto odio y cuantas muertes, por defender "idearios". Por intransigencia e intolerancia.

Católicos y protestantes han estado enfrentándose hasta ahora mismo...

Palestinos e israelíes....etc.
y esto no se acaba.

Ya no quiero entrar en el terreno de la politica, no hace falta.

En Moravia, por conflictos de fé estuvieron en guerra 30 años.

Podríamos hacer una lista enorme...

Han pasado más de 400 años y los humanos cambiamos poco.
Tienes razón, Luis más acción y menos palabritas.

Pero es muy difícil-
Aún hoy dia podemos oír de toda clase, politicos, religiosos, arengar a los pueblos durante años y años, como si los humanos hubieran perdido la capacidad de discernir, de pensar.

Anoche mismo, me quedé a ver un debate televisivo (me sue gustan porque vés la pluradilad de pensamientos- bueno, ese es el propoósito) El tema era la concentración de las familias católicas en Madrid, hoy.

Al final, apagué el televisor.
Aquello era un gallinero...
Y todos eran españoles, cultos, y pertenecientes a una sociedad común...

Pero ya digo, tu enfoque es muy realista.
LLevo toda la mañana dándole vueltas....

Gracias, un beso

Nuria dijo...

Desear felicidad es beno cuando lo haces con todo el sentido de las palabras, no como un producto de "ahora toca".

Y cada uno debe buscar la suya también, buscarla sin descanso, porque si no, ¿para qué estamos aquí?

MARU dijo...

Perdón, perdón, Luis y Nuria.

He caído en lo que no debo. Me he dejado "contagiar" del desánimo, de la queja colectiva, del ambiente
catastrofista...
Cosa,que soy la primera en criticar.

Efectivamente, todo eso ha estado y está ahí, pero, si como dice Luis,si cada uno pone fecha de enmienda, y entona el mea culpa, podremos hacer cambios.

Empiezo ya.

Perdón por heber sido pesimista.
Perdón por haber mirado al pasado, dejándome abatir por él.
Perdón por si alguna vez he tenido amor propio y no respeto propio, en mis palabras o acciones.
Perdón si he ofendido.
Perdón si he menospreciado.
Perdón si he ninguneado.

Este Año, me propomga como meta:

Ser más humilde
Ser más generosa
Oir más y hablar menos
Respetar SIEMPRE, las opiniones y acciones ajenas.
Ser más tolerante.
Ser más paciente.
Sonreir más.
Decir má veces - te quiero.
Ser más feliz
No ser rencorosa, y perder la memoria histórica del pasado que me hizo daño.
Perdonar y olvidar SIEMPRE.

Un beso y un abrazo a todos.
Os deseo, de todo corazón mucha felicidad.

MARU dijo...

(Luis, prescisamente estoy leyendo La guerra de los treinta años- de Geoffrey Parker)

Que coincidencia!!
Un beso

seriecito dijo...

Luna:

En Control de Gestión, cuando se fijan objetivos estratégicos, como se estipulan entre cinco y siete por año.

Veo que tu eres mas ambiciosa.

En Control de Gestión, después de fijados los objetivos se componen los indicadores, para hacer seguimiento de los obejtivos.

¿tienes ya indicadores?.

Bueno... (je, je,je, je y je).

Salu2:

MARU dijo...

eSeriecito, no sé lo que es Gestión de Control de la Empresa,ni como se componen los indicadores,para hacer el seguimiento de los objetivos.

Si has leído mi perfil, sabrás lo único que tengo son: Sinceridad, buena voluntad,y ganas de ser y estar en un mundo mejor.

A lo mejor, soy muy ambiciosa en mis propósitos, pero como dependen solo de mi voluntad, procuraré cumplirlos sin necesidad de ninguna auditoria, más que la de mi consciencia...

Que no es poco.

Un beso

seriecito dijo...

Luna:

Mi entrada terminaba con una larga carcajada, es decir, era una broma, solo pretendía hacer sonreir. Por eso lo había trasladado al mundo de la empresa.

Intuyo, que he conseguido el efecto contrario, lo siento, no era mi intención.

MARU dijo...

Seriecito, siento haber malinterpretado tu metáfora.

Lo siento, pido que me perdones.

Voy a aparcar este libro.
Son muchas las barbaridades que puede hacer el ser humano.

Además lo de Gaza e Israel me tiene
sobrecojida.

Hoy he visto unas imágenes de 5 de los 9 niños muertos.
Tan pequeños, tan indefensos..,

Yo me imagino como madre, abuela de esas criaturas....pierdo la razón y me cargo al quien sea....

Porque claro, desde nuestro sillón es muy fácil decir. !!!Qué malos!!!

No sé, Luis, esto es alimentar odio, y más odio...

Perdóname Luis, por favor.
Un beso, Luna

Nuria dijo...

Me ha hecho reir tu comentario Luis, muchas empresas necesitarían personas como Luna ¿eh? jajaja

Luna, no creo que haya nada que perdonar, en absoluto, es un placer escuchar, dejarse arrastrar por personas como tú, con esas "ambiciones"... para el Control de Gestión de la vida de cada uno. ;-)

Un abrazo para los dos.
Es bueno empezar el día con una sonrisa, gracias.

seriecito dijo...

Nuria:

Gracias por el cable...

Luna:

No tengo nada que perdonar, recuerda que yo decía que la palabra era un parco modo de expresarse, el gesto, la acción, la mirada, etc... conjuntamente ya es otra cosa.

Salu2:

MARU dijo...

Gracias, Nuria.
Gracias, Luis.
Un beso a los dos.

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