jueves, 2 de octubre de 2008

Indolencia




Tener la costumbre de eludir las obligaciones, buscando escusas y argumentos inciertos, es una de las formas mas fáciles de tornarse indolente. Abierta la brecha, la costumbre se hace ley. No tendría mucha importancia, si la falta de cumplimento, no significara incremento de trabajo para los compañeros de "oficio".

En todas las organizaciones, hay miembros, que se pasan la vida imaginando argumentos, para tratar de "escurrir el bulto", acaban siendo parásitos, que viven a costa de los demás y de su tolerancia. Son difíciles de identificar, porque generalmente son locuaces y simpáticos. Esconden tras una máscara, su falta de consideración y respeto hacia los demás

Como si se tratase de un deporte, cada día su actividad principal se centra, en tratar de eludir todas las responsabilidades, que tienen encargadas. Alegando, sin recato, falta de conocimiento o tiempo, transfieren lateralmente todos los trabajos, que les llegan. Viven su quehacer egoísta y siempre están dispuestos a lamentarse e incluso tratar de convencer a todos, que están abrumados por las tareas que tienen.

Lo peor de todo, es que los responsables, acaban tratando de no encomendarles nada, para evitar que su dejadez, retrase las operaciones. Y ellos entienden este "By pass", como un logro, como algo excelente para consolidar sus intenciones. Cuando están completamente identificados y puestos en el punto de mira de la organización, como personas reprobables, no tienen ningún inconveniente en lamentarse y hacerse las víctimas e incluso manifestar sin remordimientos, la grave injusticia que se comete con ellos. Despotrican sin cesar e intentan hacer cargos de conciencia a los demás.

Peor es aún, cuando este tipo de espécimenes, ocupan cargos de cierta relevancia, porque en ese caso todos los asuntos que les llegan, los transfieren también, pero esta vez de forma omnímoda, exigen a los demás, lo que no son capaces de ejecutar. Se sienten como "reyezuelos" con derecho a todo y no tienen inconveniente en avasallar a quien sea, con tal de satisfacer su inconmovible vagancia. Solo manejan los asuntos, que tienen poca enjundia y que suelen resolverse con facilidad. Pero en estas ocasiones ejercen de pregonero y "cantan" a todo el que quiere oírlos, la ingente tarea que han despachado.

Librémonos de los vagos, holgazanes y gandules, porque sino, ellos nos atraparán en sus redes, haciéndonos caer como calamares en potera. Seamos inflexibles, tanto en posición lateral como ascendente... mas vale una vez colorado, que cientos amarillo.

2 comentarios:

Lando dijo...

Yo conozco a alguno que otro de esos...

Llargus dijo...

Ufff, has puesto por escrito lo que sufro dia a dia. Veo a mucha gente que me ido cruzando en esa rana de la foto...o es un sapo?

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...