Como continuación al "post" de 7/1 y siguiendo con la referencia los subordinados, corespondiente a lo que indican en el libro de Sam Deep y Lyle Sussman, "Motivar y convencer en los negocios", que transcribo literalemente:
El insubordinado:
Desafía la autoridad. Puede llegar a hacerlo públicamente.
Habla de su jefe sin ningún respeto, ya sea en público o en privado.
Predeciblemente, desafía sus peticiones; insiste en conocer la racionalidad de lo que se pide.
Critica a su jefe delante de colaboradores, jefes, subordinados, clientes y en general, ante cualquiera que esté dispuesto a escucharle.
Viola los procedimientos y las formas aceptadas de hacer las cosas. Ve las reglas como algo que hay que infringir.
Su frase favorita: “Eso es lo que usted dice”.
El perrito caliente:
Hace valer un gran ego y una necesidad de ganar. Pisotea a sus colaboradores.
Procura alcanzar la más alta visibilidad posible en los proyectos, independientemente de sus méritos.
Sitúa su propio bienestar por encima del bienestar del equipo y de la organización.
Despliega, retiene y utiliza información estratégicamente para promocionarse a sí mismo.
Busca alianzas y relaciones políticas a través de la organización para promover su avance personal.
Le preocupa mucho mas que la gente vea la calidad de su trabajo, que el hecho de que su trabajo sea efectivamente de calidad.
Simula el estilo y la apariencia por encima de la sustancia y los resultados.
Su frase favorita: “Tiene usted suerte de contar conmigo”.
El puedo hacerlo:
Hace promesas que raras veces cumple.
Se ofrece ávidamente como voluntario para hacer trabajos, pero no los termina.
Acepta o sugiere plazos imposibles de cumplir.
Retrasa las tareas desagradables a favor de las más divertidas.
Sólo llega hasta el final cuando se le controla constantemente.
Se pasa mas tiempo tratando de dar una apariencia de progreso que dedicándose a progresar efectivamente.
Su frase favorita: “No hay problema”.
El derrotista:
Le falta motivación o deseo de tener éxito.
Se siente pesimista acerca de su futuro.
Se siente poco apreciado, injustamente tratado o engañado por la alta dirección.
Puede estar quemado por el estrés.
Adopta un punto de vista pesimista en la mayoría de los proyectos.
Su frase favorita: “¿De qué sirve?”.
El agotador:
Exige más atención, disciplina y entrenamiento que todos los demás empleados.
Parece olvidar lo que su jefe le dijo que hiciera, como hacerlo o cuando debía estar terminado.
Solicita la misma información repetidamente.
Crea problemas con otros empleados.
Agota la energía y la paciencia de su jefe.
Es capaz de rendir bien, pero con un coste prohibitivo (medido en tiempo y en la energía que su jefe debe emplear).
Su frase favorita: “Le prometo que ésta vez será la última vez que se lo pida”.
El parlanchín:
No va al grano, se basa en información poco importante o periférica antes de revelar el verdadero mensaje.
Cuando hace presentaciones o preguntas se anda por las ramas.
Habla demasiado en el trabajo.
Le cuenta historias y le ofrece información que usted ya conoce, y quizás lo hace varias veces.
Utiliza gran cantidad de palabras para expresar lo que podría decirse con pocas.
Quizás no escuche bien. Cuando la lengua está demasiado ocupada, las orejas tienen poco tiempo para funcionar.
Su frase favorita: “El proyecto que encargó el mes pasado ha alcanzado la fase de desarrollo en la que puedo informarle, con gran confianza, del progreso logrado hasta ahora”.
El decepcionante:
No satisface las expectativas de rendimiento esperadas por su jefe.
Puede que le suceda una de esta cosas o varias: Se comunica muy pobremente, no mantiene informado a su jefe, se ausenta con frecuencia o llega tarde, malgasta el tiempo, es desorganizado, derrocha recursos, produce trabajo de baja calidad o tiene un criterio pobre.
Puede que le falte habilidad o deseo o bien experimente problemas personales (entre otras, adicciones)
Su frase favorita: “Hago todo lo que puedo”.
Desafía la autoridad. Puede llegar a hacerlo públicamente.
Habla de su jefe sin ningún respeto, ya sea en público o en privado.
Predeciblemente, desafía sus peticiones; insiste en conocer la racionalidad de lo que se pide.
Critica a su jefe delante de colaboradores, jefes, subordinados, clientes y en general, ante cualquiera que esté dispuesto a escucharle.
Viola los procedimientos y las formas aceptadas de hacer las cosas. Ve las reglas como algo que hay que infringir.
Su frase favorita: “Eso es lo que usted dice”.
El perrito caliente:
Hace valer un gran ego y una necesidad de ganar. Pisotea a sus colaboradores.
Procura alcanzar la más alta visibilidad posible en los proyectos, independientemente de sus méritos.
Sitúa su propio bienestar por encima del bienestar del equipo y de la organización.
Despliega, retiene y utiliza información estratégicamente para promocionarse a sí mismo.
Busca alianzas y relaciones políticas a través de la organización para promover su avance personal.
Le preocupa mucho mas que la gente vea la calidad de su trabajo, que el hecho de que su trabajo sea efectivamente de calidad.
Simula el estilo y la apariencia por encima de la sustancia y los resultados.
Su frase favorita: “Tiene usted suerte de contar conmigo”.
El puedo hacerlo:
Hace promesas que raras veces cumple.
Se ofrece ávidamente como voluntario para hacer trabajos, pero no los termina.
Acepta o sugiere plazos imposibles de cumplir.
Retrasa las tareas desagradables a favor de las más divertidas.
Sólo llega hasta el final cuando se le controla constantemente.
Se pasa mas tiempo tratando de dar una apariencia de progreso que dedicándose a progresar efectivamente.
Su frase favorita: “No hay problema”.
El derrotista:
Le falta motivación o deseo de tener éxito.
Se siente pesimista acerca de su futuro.
Se siente poco apreciado, injustamente tratado o engañado por la alta dirección.
Puede estar quemado por el estrés.
Adopta un punto de vista pesimista en la mayoría de los proyectos.
Su frase favorita: “¿De qué sirve?”.
El agotador:
Exige más atención, disciplina y entrenamiento que todos los demás empleados.
Parece olvidar lo que su jefe le dijo que hiciera, como hacerlo o cuando debía estar terminado.
Solicita la misma información repetidamente.
Crea problemas con otros empleados.
Agota la energía y la paciencia de su jefe.
Es capaz de rendir bien, pero con un coste prohibitivo (medido en tiempo y en la energía que su jefe debe emplear).
Su frase favorita: “Le prometo que ésta vez será la última vez que se lo pida”.
El parlanchín:
No va al grano, se basa en información poco importante o periférica antes de revelar el verdadero mensaje.
Cuando hace presentaciones o preguntas se anda por las ramas.
Habla demasiado en el trabajo.
Le cuenta historias y le ofrece información que usted ya conoce, y quizás lo hace varias veces.
Utiliza gran cantidad de palabras para expresar lo que podría decirse con pocas.
Quizás no escuche bien. Cuando la lengua está demasiado ocupada, las orejas tienen poco tiempo para funcionar.
Su frase favorita: “El proyecto que encargó el mes pasado ha alcanzado la fase de desarrollo en la que puedo informarle, con gran confianza, del progreso logrado hasta ahora”.
El decepcionante:
No satisface las expectativas de rendimiento esperadas por su jefe.
Puede que le suceda una de esta cosas o varias: Se comunica muy pobremente, no mantiene informado a su jefe, se ausenta con frecuencia o llega tarde, malgasta el tiempo, es desorganizado, derrocha recursos, produce trabajo de baja calidad o tiene un criterio pobre.
Puede que le falte habilidad o deseo o bien experimente problemas personales (entre otras, adicciones)
Su frase favorita: “Hago todo lo que puedo”.
La supervisión no es una tarea fácil, debe hacerse con equilibrio y para ello es indispensable conocer bien a cada uno de los subordinados.
7 comentarios:
Que peligro!!!
Con colaboradores así, no hace falta enemigos...
Debe ser agotador trabajar con gente así, el esfuerzo es doble.
Además hay que tener un carácter especial... para a las primeras, no tirar por la calle del medio...
y sacar el mejor partido del equipo de trabajo.
Muy bueno.
Veo que has "reformado" el blog.
Está muy bien.
Tener siete subordinados y que correspondan con esos ejemplos, sería...
Conozco a algunos que tienen algunas "cualidades" de las expuestas, no todas, e incluso una mezcla de ellas, en algunos casos.
Pero todos tienen además buenas cualidades que compensan los defectos de los cuales ninguno nos libramos, aunque es un deber tratar de enmendarse.
En algunos casos se pasa más tiempo con los compañeros de trabajo que con la familia que se tiene en casa y el estar a gusto entre estas personas ayuda mucho en dar lo mejor de uno mismo en el trabajo.
Este post me ha gustado, por todo lo que aprendo.
Saludos Seriecito.
Cuando he leido el perfil del "perrito caliente" me ha recordado una discusión de esta mañana con alguien asi.
Buen artículo Luis, me han gustado mucho todos los dedicados a los perfiles.
Un saludo
Hola Luis,
Leyendo tu blog, he sabido tu nombre y este post me ha recordado mi larga etapa laboral en el banco.
Estan muy bien definidos los distintos modelos de subordinados, yo he conocido principalmente dos: el perrito caliente y el derrotista.
Eran los que mas abundaban en mi empresa.
El año pasado escribi un post en mi blog sobre "los Trepas en el trabajo", en el que tambien hacia un repaso de los metodos que utilizan algunos/as para ascender.
Aunque desde luego, no era tan acertado ni profundo como este.
He leido que te han dado un premio.
!Enhorabuena!.
Vendré a visitarte a menudo.
Tere
Tere:
Leeré tu post del año pasado. Seguro que será muy interesante. Te comento cuando lo haga.
Salu2:
Hola Tere, ¿puedes decirme la fecha concreta de tu post? Me gustaría empezar por él, pero me llevará un tiempo ver todo tu blog enterito.
Lo haré poco a poco y te iré comentando.
Un bico
Nuria,
Mi post es del 21-10-2008, te pongo todo para que no tengas que buscarlo, porque me acabo de dar cuenta de que he escrito muchiiiisimas cosas desde entonces.
Es http://castelldefoc-tag.blogspot.com./2008/10/los-trepas-en-el-trabajo.html/
Pero desde ya te digo que es muy superficial. Deberia haber profundizado más en el tema, porque se presta a ello.
Besitos
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