domingo, 26 de octubre de 2008

Personajes casi de ficción (IV)




Otra vez en Viver. Iba con mi abuelo - ver detalle del lugar en la entrada del 17/9 - por el campo en dirección a un bancal, que tenía cercano al río Palancia; en una partida que se conoce con el nombre de "Las cuevas". Estaba como a una distancia de dos o tres Km. del pueblo.

En las proximidades al mismo, había un trozo de camino con una pendiente muy pronunciada, hasta llegar al río. Cuando iniciamos nosotros la bajada, vimos subir por el mismo a un vecino de bancal, que le llamaban Grabiel (pronunciación de Gabriel en el lugar). Venía cargado con un saco no muy grande de patatas.

Al llegar a la altura nuestra, como es costumbre el saludo de rigor y la explicación breve de lo que cada uno ha hecho o va hacer. El hombre dijo, buenos días Fernando, ahí vengo de cavar unas patatas para casa, con talante algo jadeante, por el esfuerzo de la cuesta. Mi abuelo espetó. "ahí vamos a coger unos meloncicos para comer" . Cuando ya seguía su camino se volvió hacia el y le volvió a decir, Grabiel como es que vas tan cargado y no has traído al burro para que lleve el peso...

El hombre regresó sobre sus pasos, se aproximó a nosotros, descargó el saco y le dijo: "pues mira Fernando, hace unos días el burro, cuando regresaba a casa montado en él, hizo un extraño y me tiró, no me hice nada, porque afortunadamente caí de pie. Por esta circunstancia lo he castigado a no ver el sol en dos semanas, así que, lo tengo atado en el pesebre en la cuadra y pienso cumplir lo dicho, ¡ya lleva cinco días!". Terminó el corto relato, cogió de nuevo su saco y se fue.

Mi abuelo, que como ya he dicho, era parco en palabras, se quedó mirándolo y lentamente dijo, dirigiéndose a mí: "Que corto y galdrán es este hombre, castiga al burro a estar en casa y el carga desde el río con patatas, hasta el pueblo, todo cuesta arriba... ¡en vez de castigarlo lo premia!... será torpe". Se giró hacía mí y dijo: "bueno Luis, vamos a por esos melones".

Así pasó y así os lo cuento... cosas sencillas de gentes sin recovecos... otros tiempos no demasiado lejanos.

1 comentario:

Nuria dijo...

Noooo, no son personajes de ficción, son reales como la vida misma.
Buena historia Luis.

Saludos

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