Dice Carl G. Jung en su libro "Los complejos y el inconsciente": "Cada año surge en nosotros algo que no habíamos sospechado hasta entonces. Esto demuestra perfectamente que siempre hay una parte de nuestra personalidad que es inconsciente, que está en vías de formación; estamos eternamente inacabados, crecemos y cambiamos. La personalidad futura que seremos está ya en nosotros, pero todavía oculta en la sombra. El yo, en cierto sentido, es como una rendija móvil que se desplaza sobre un film, progresivamente. Las potencialidades futuras del yo dependen de su sombra presente. Sabemos lo que hemos sido, pero ignoramos lo que seremos".
Lo que somos actualmente, está altamente influido con lo que hemos venido siendo en el pasado, como lo que seremos, en una parte muy importante, será impelido por lo que ahora desarrollamos. No todo está sujeto a la casualidad, una buena parte de nuestras posiciones las podemos ir conformando, tanto con el pensamiento como con el direccionamiento de la acción.
Nuestra forma de ser y actuar, es decir lo que conforma nuestro yo, tiene en la recámara como en un negativo las potencialidades que podemos desarrollar, según vayamos conformando pensamiento y acción y parece que solo se activa mediante nuestra voluntad. Poner en marcha "nuevos horizontes", es posible mediante nuestra planificación. Debemos dirigirnos hacia nuestro futuro por el camino adecuado, sin desviarnos por atajos absurdos que a nada conducen.
La sensación de determinismo que nos invade en ocasiones, neutraliza también a nuestro subconsciente, que de esta forma, no pone en marcha los mecanismos necesarios para positivizar el negativo de la foto que mantiene neutralizada y dispuesta para tomar "vida" en cuanto seleccionemos el modelo de conducta adecuado.
Cada vez, que con firmeza establecemos un deseo, por muy distante y complicado, que nos parezca, activamos nuestros mecanismos internos, que generan fuerzas sufientemente potentes como para poder ayudar, con claridad y firmeza a su consecución. Por contra cuando nuestros pensamientos son excesivamente negativos y cargados de inseguridad, sin ser capaces de identificar con claridad, cuales son los objetivos preferidos; las mismas fuerzas siguen "dormitando" y permanecen allí esperando la señal de ponerse en marcha. Al no percibir mensajes claros, se confunden y permanecen estáticas.
Seamos lo que mas nos guste ser, pero si tenemos en nuestra mente un "sueño" de como querríamos ser, no lo dejemos en ese estadio, aunque sea enorme la distancia que nos separa del mismo. Muy al contrario, pongamos todo nuestro esfuerzo mental y físico para conseguirlo. Aunque parezca complicado o imposible, insistamos. Como nunca lo conseguiremos es dudando de nuestras posibilidades.
Tenemos latentes muchas mas potencialidades de las que somos capaces de evaluar, están solo esperando la señal de activarse. Pero el fenómeno contrario no es posible, es decir que se activen y poco a poco nos vayan llevando hacia ese horizonte nuevo. Lamentablemente no disponen de esa cualidad. De ahí, que algunas de las cosas que no llegamos a ser nunca, son como consecuencia de la falta de voluntad propia, decidida y fuerte para abrir todas las "puertas", aparentemente cerradas, que nos llevarían hacia donde realmente desearíamos ir.
En muchas ocasiones nos dejamos llevar por comodidad o pereza y cuando no estamos en la posición que hubiéramos deseado estar, lo achacamos a "mala suerte" o "falta de medios". La suerte y los medios somos nosotros, no estamos jugando a la Bonoloto, no estamos apostando en un juego de azar, estamos buscando nuestro futuro, basado en nuestras cualidades, nuestra voluntad y nuestro esfuerzo y eso bien organizado es imparable.
No esperemos un camino de rosas, seguramente habrán muchas cuestas arriba y dificultades, pero no nos dejemos invadir por el desanimo a la primera de cambio. Superar etapas, no es mas que una potenciación para embarcarse en otras, con mas fuerza, con mucha mas confianza. En realidad un objetivo difícil y lejano, no es mas que un camino largo, facilmente conseguible cubriendo pequeñas etapas, siempre hacia adelante y sin mirar hacia atrás, dirigiendo en todo momento nuestro pensamiento y nuestra voluntad hacia el final, esté próximo o lejano. Sin pausa...con paciencia y con tesón.
Seamos consecuentes y no deterministas. Luchemos por lo que nos gustaría ser, fijemos nuestra dirección hacía el objetivo adecuado. Evitemos los pensamientos negativos. Tengamos mas confianza en nosotros mismos. Desarrollemos todas nuestras potencialidades con ilusión y si es necesario con coraje. Evitemos las compañías melancólicas y negativas. No nos demos por vencidos e insistamos... y cuando lo hayamos conseguido, seamos generosos y ayudemos a otros en la operación de lanzamiento; animando y ayudando en lo posible a que también encuentren su camino "utópico".
2 comentarios:
Pero a veces, cuando el camino es tan largo, tantas etapas también pueden minorar nuestras fuerzas ¿no?
Sin lugar a dudas, pero como hay seguir cubriendo etapas, no hay mas remedio, que seguir... aunque sea con menos fuerza.
Salu2
Luis
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