domingo, 18 de noviembre de 2007

Optimista



Cuentan que James y Peter eran dos vaqueros, de los de las películas, que habían sido despedidos del rancho donde trabajaban, porque una tremenda epidemia, había diezmado las reses que tenía el propietario y muy a su pesar - porque eran excelentes trabajadores - había tenido que prescindir de sus servicios.

Cuando salían del lugar donde habían trabajado mas de quince años, se sentían realmente mal, no estaban completamente seguros que su andadura hubiese sido la mejor. Tenían serías dudas, si realmente se habían dedicado a una actividad adecuada o no y sobre todo pensaban, que en pocas horas habían pasado de tener un trabajo, que les gustaba, a no tener ocupación. También se lamentaban de lo poco, que habían podido ahorrar en este tiempo, ya que vivían al día, como si el trabajo nunca les fuese a faltar.

En estas estaban cuando se aproximaban al pueblo mas cercano al rancho, donde habían pensado ir para tratar de encontrar otro trabajo. Al entrar en la población, se dieron cuenta de que la cosa no iba a ser fácil, ya que había un gran número de vaqueros, en las mismas circunstancias, debido a que la epidemia había afectado a todo el territorio.

Tras una breve reflexión, decidieron quedarse a dormir allí y al día siguiente salir rumbo al Oeste, para ver si se daban otras circunstancias mas favorables. Transcurrieron dos días y al final llegaron a una población, donde el movimiento de gente era menor. Pensaron inmediatamente: "seguro que aquí encontraremos trabajo".

En el "saloon" de turno preguntaron si sabían de alguien, que necesitase a dos expertos vaqueros. El barman les indicó, que había una oficina que ofrecía trabajo, pero lo que necesitaba no era para el oficio que ellos conocían, pero en la actividad que proponía se podían ganar muchos dólares.

Se encaminaron hacia la oficina tal como les indicaron. Al llegar allí, encontraron a una persona, que lisa y llanamente les explicó, que el lo que necesitaba era gente que "cazase" indios, la población estaba muy cercana a sus territorios y periódicamente sufrían incursiones. Les dijo que estaba dispuesto a pagar 500 dólares por indio. En principio ellos se quedaron perplejos ya que era el salario de cuatro meses en el rancho.

Peter se quedo pensativo - ya que era tímido e ignorante -, pero James que era mas lanzado, aceptó inmediatamente. Les dieron un anticipo a cuenta, a descontar del primer indio que lograran atrapar (vivo ó muerto) y ellos marcharon mas hacia el Oeste en busca de la materia prima de su nuevo trabajo.

Al anochecer buscaron un sitio idóneo, plantaron la tienda y se dispusieron a dormir placenteramente. Cuando estaba amaneciendo, Peter oyó ruidos y se levanto para mirar si es que algún animal merodeaba por sus enseres olisqueado la comida que llevaban. Abrió una pequeña mirilla de la tienda y observo el exterior. Quedo absolutamente sorprendido, estaban completamente rodeados de indios, habrían mas de quinientos.
Se giro hacia su compañero y en voz baja mantuvo el siguiente diálogo:


Peter: James, James, despierta pero no hagas ningún ruido.
James: Porque me llamas tan pronto, sabes que me gusta dormir algo mas... tendrás un motivo fundado.
Peter: Si, es muy importante, pero no hagas ruido.
James: ¡Quieres decirme de una vez que quieres!.
Peter: Si, estoy emocionado, ¡¡¡¡Somos ricos!!!!.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente moraleja! Espero poder ser tan optimista algún día...

seriecito dijo...

Bueno ermo, en justicia es posible que el título debiera ser ¿Optimista?... quizás fuese mejor.
Gracias por el comentario

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