miércoles, 30 de noviembre de 2011

La vida


Dice Luis Rojas Marcos en su libro “Convivir”: “La única vida que tenemos el poder de cambiar es la propia. Ahí radica la verdadera esperanza, sobre todo si estamos rodeados de personas que pertenecen al grupo de los protestones que no paran de expresar descontento, de exigir atención y reclamar cosas, pero rechazan la ayuda y rehúsan cualquier sugerencia o propuesta de cambio. En esta situación la mejor estrategia es dejar de participar en la trama paralizante de los “Jeremías” que nos hunden, liberarnos del pesado lastre que nos imponen y comenzar un nuevo capítulo de la vida. La meta es disfrutar del sentido vitalista y esperanzador que supone gobernar libre y razonablemente nuestra existencia”.

Gobernar nuestra existencia es la mejor actividad que podemos practicar día a día, pero además, separando sin ningún remordimiento a todos aquellos que dificultan este planteamiento. Los agoreros bien lejos es su lugar, junto con los pusilánimes y lábiles, que son como las carcomas, que corroen por dentro y se empeñan en diseñar todos los caminos cuesta arriba, como si la dificultad fuera el único objetivo.

Lejos también, quienes buscan insistentemente nuestra ayuda, pero en realidad no hacen nada de los que les recomendamos, porque en realidad ellos quieren permanecer en ese estado, ya que su única intención es llamar permanentemente la atención de los demás. Su intención es ser “centro” de todas las reuniones, aunque sea a costa de exponer todas sus seudo desgracias. Lejos, si lejos, y sin ningún remordimiento.

Nuestra principal misión es ser felices, lo mas felices posible. Nada ni nadie tiene derecho a impedírnoslo, por mucha amistad que invoque para atraparnos o ayuda solicite; comprometiendo nuestro equilibrio, pero sin intención de aplicar nuestros consejos. Son perturbadores, que en nada nos facilitan nuestra existencia. Ayudar siempre, pero a quien quiere y necesita, no a quien solo busca hacerse notar.

No debemos sentirnos egoístas, estamos para todos al nivel de nuestras posibilidades; pero sin comprometer nuestro propio equilibrio por personas cuya intención es hacer dudar, transmitir inseguridad y “sorber” nuestra energía positiva, porque son como vampiros, si los mantenemos cerca, primero nos debilitarán y luego si pueden nos abatirán. Para eso no estamos.

Los demás, tan cerca o lejos, en función de como nos hagan sentirnos…

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...