sábado, 27 de septiembre de 2014

Impulso hedonista



Dice Victoria Camps en su libro “Virtudes Públicas”(1990): “… Esto es una ética de actividades e inclinaciones individuales dirigidas a hacer más justa y más digna la vida colectiva. Si la tendencia dominante de los países desarrollados es la de sucumbir a las tentaciones del individualismo liberal, algo hay que hacer para frenar el impulso hedonista a pensar sólo en uno mismo y atender únicamente a los intereses más próximos. La democracia debería de ser la búsqueda y la satisfacción de las necesidades e intereses comunes, para lo cual conviene, además de definirlos y nombrarlos, de establecer prioridades, construir un clima de colaboración y cooperación.”

Siempre he creído, que el ejercicio democrático pleno, era mucho más que ejercer nuestro derecho al voto en las elecciones. Debe ser una disposición para comprometerse en el bien común. De nada vale que nuestra posición sea exclusivamente elegir y retirarse para ver como se resuelven los problemas. La satisfacción de las necesidades e intereses comunes – como dice Victoria Camps – puede ser ayudada con nuestra propia presión para evidenciar las carencias y también para promover la adopción de soluciones y hasta en ocasiones exigirlas.

El problema principal es que vivimos muy restringidos a grupos sociales en los que los debates sobre temas de actualidad son casi nulos y por el contrario, los que nos vienen construidos a través de los medios de comunicación, son absolutamente estériles; cargados de personajes cuyo cometido principal es defender la posición partidista y no permitir con sus actitudes, que se pongan en evidencia cuales son las verdaderas claves del tema sometido a debate.

Cada vez con mayor frecuencia, las opiniones se vuelven antagónicas no para buscar los argumentos reales, sino más bien para blindarse contra quienes son discrepantes, es algo así como si, la opinión de mi grupo social o partido es la que tiene buen criterio y quienes discrepan tienen muchos motivos por los  callar. No hay ni un minuto de descanso para escuchar argumentaciones  ajenas, como si la consigna no escrita fuera, que no hay que cejar en el empeño para que sus razones, ni siquiera sean expuestas y por tanto conocidas.

Como dice Victoria Camps: “Tal vez no sepamos con certeza hacia dónde hay que ir, pero si sabemos qué es lo que no nos gusta y lo que no debería tolerarse ni permitirse”.

2 comentarios:

galanygarciah dijo...

Cada día hay mas personas que hablan mas y mas de la democracia y cada día hay menos democracia ¿ porque será ?

seriecito dijo...

Seguramente porque de hecho somos menos demócratas que de palabra.
Gracias por tu comentario:
Salu2

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