miércoles, 6 de mayo de 2009

Resolver


Si tuviera que escoger una sola palabra para definir las características esenciales de la vida actual, sin duda sería "la prisa". Somos esclavos de nuestros propios planteamientos, tenemos tendencia a resolver en últimas instancias, por costumbre demoramos casi siempre para el día siguiente, como si los asuntos se resolvieran solos por el simple transcurso del tiempo. Si hay algo, que hacemos muy bien, es perder el tiempo, en eso somos verdaderamente expertos.

Puestas así las cosas, pienso con frecuencia, que nuestros asuntos relevantes, se vengan de nosotros, transmitiéndonos mala conciencia por dejarlos abandonados o también son capaces de infundirnos suficiente estrés, como para obligarnos a ponernos en movimiento, se defienden de nuestra ancestral apatía. La tendencia a resolver con retraso es creciente y mayoritaria, cuanto mas desarrollada la sociedad en la que vivimos, peor..

Para las cuestiones triviales, por contra, somos mucho mas diligentes, estamos siempre dispuestos, éstas si que las llevamos al día, nadie nos tiene que espolear, ya vamos nosotros solos. La máxima es, para lo superfluo diligencia, para lo esencial, como en las antiguas administraciones "vuelva usted mañana". Lo peor es que cuando estos temas se "enquistan", buscamos a nuestro alrededor para identificar, que "chivos expiatorios" encontramos, que puedan ser transformados mentalmente en motivos "justificados", para tranquilizar nuestra conciencia... siempre los hay y de mucho peso, tanto como la capacidad de nuestra imaginación para fabular.

No hay nada que produzca mayor satisfacción, que plantearse tareas importantes y resolverlas. En ocasiones es difícil modelar nuestra vida cotidiana, aportándole proyectos relevantes, vagamos siempre con falta de imaginación y somos remisos a identificarlos, conformarlos y priorizarlos. En principio porque lo que sabemos hacer excelentemente bien es dejarnos llevar, somos expertos en estas lides, pero además muy en el fondo, porque sabemos que nuestra característica esencial no es la diligencia... resolver no es lo nuestro.

¿Para qué llenar nuestros días de proyectos de interés?, si ya sabemos que demoraremos "sine die" su puesta en marcha. Es mejor no hacerlo y luego, eso si, lamentarnos de modo intenso de la falta de motivación y lo intrascendente, que es nuestra vida cotidiana. Ignorar los problemas en ningún caso los hace desaparecer, muy al contrario, los agranda como una película mutada desde pantalla de tv a cine.

En algún sitio he leído que "Actuar con demora es quedarse en el ayer".

12 comentarios:

Nuria dijo...

Mejor enfocar nuestra energía y esfuerzo en las cosas importantes, eso es obvio... tan obvio que a menudo lo olvidamos.

Salu3

seriecito dijo...

Nuria:

Tienes razón, es una cosa que olvidamos. No si por casualidad o por política de avestruz.

Salu2:
Luis

seriecito dijo...

Alejandro:

Sí, soñar durmiendo es conservar y mantener la memoria. Soñar despierto es vivir dos veces.

Salu2:

Nuria dijo...

Luis

a veces porque nos vemos sumergidos en una vorágine en medio de la cual no sabemos detenernos, y ahí radica lo más importante, darse cuenta y decir "stop".

Aunque también existe como dices, esa actitud de "avestruz", esas personas que nunca ejecutan , nunca resuelven, nunca deciden, que siempre están en un término medio en el cual perjudican a todo su entorno o sus subordinados.
Bueno, obviamente me he ido al terreno laboral, me lo ha recordado de repente.
Son personas muy nocivas, un elemento tremendamente negativo en cualquier entorno, y muy difícil de soportar.

A mí, ni a nivel personal ni laboral me suelen convencer las personas tan "tibias", no las soporto.

Un saludo

seriecito dijo...

Nuria:

Sí, es verdad, no saber detenerse a pensar, no nos traerá nada bueno. Seguir y seguir, sin tomar distancia si lo que seguimos es lo que queremos, puede ser fatal.

En el trabajo, hay que tener especial cuidado con estas cosas.

Salu2:
Luis

Carol dijo...

Las huidas hacia adelante no me van, yo suelo "coger el toro por los cuernos" y enfrentarme al problema en cuanto se presenta, alguna virtud tenía que tener...

Las improvisaciones es algo que no llevo bien, me gusta planificar sobre todo los viajes, pero no puedo controlar todo ni debo y a veces me sorprende la vida unas veces gratamente y otras menos.

Y si que estoy muy de acuerdo que las prisas son el pan de cada día pero...yo que soy mujer tengo un montón de cosas que hacer durante el día y hay horas que son de vértigo, pero planificando se controla mejor todo y se evita caer en el nerviosismo.

Saludos, Seriecito.

Nuria dijo...

Sí Luis, pero en el trabajo es bastante complicado porque a veces evitar a ese tipo de personas no es tan fácil, no depende de ti...

Y cuando la propia organización o el desempeño diario dependen de las decisiones de una persona de este tipo, mal asunto.

¿Tu te has encontrado a alguien así en tus años de docente?

Salu3

seriecito dijo...

Nuria:

En el terreno laboral, las cosas cambian,se está mas condicionado, hay dependencias y jerarquías. Pero no obstante siempre se aprecia la autendicidad.

En el trabajo no hay que confundir nunca, que la mayoría de la relaciones las fundamenta la relación laboral, por tanto trasladarlas a la "amistad" hay que hacerlo con mucho cuidado.

Creo que lo he dicho en otras ocasiones, en el ámbito de la docencia, es donde he encontrado los niveles de egoísmo mas elevados y las posiciones de insolidaridad más contumaces.

No, el ambiente en la enseñanza no es propicio a relaciones amistosas estables, la competitividad está a flor de piel. Hay que pensar, que los que ahora son compañeros, solo uno o dos serán catedráticos y claro todos quieren llegar a serlo...

Nuria he trabajado muchos años en la empresa privada y te aseguro, que estos niveles nunca los he visto.

En la placidez de vida, prefiero la enseñanza, para la que siempre estuve vocacionado. Para las "zancadillas", prepiero la empresa, al caer te rompes una pierna, pero en el ambiente docente,la "avería" es mucho mayor.

Salu2:
Luis

seriecito dijo...

Carol:

Bueno creo que debes tener bastantes virtudes. Pero la de coger el toro por los cuernos es muy encomiable.

Deajarse sorprende no es malo, al contrario, es buenísimo, para la mente. A veces, un buen plan, es no tener plan.

Salu2:

Nuria dijo...

Luis
entiendo la descripción que haces del mundo docente, puedo hacerme una idea del ambiente en el que se desarrolla ese tipo de trabajo.

Posiblemente prima la ambición personal a menudo, antes que la vocación docente.

Un abrazo

seriecito dijo...

Nuria:

Así es. Como siempre no se puede generalizar. Conozco gente muy consecuente y excelentes profesionales.

Cuando los oficios dan "poder" las cosas se desvirtuan, como my bien sabes.

Tema difícil y largo de comentar.

Salu2:

impersonem dijo...

Como tú dices sería mejor, pero a veces el bullicio de la mente paraliza. Hay veces que al resolver determinadas cosas hay que volverse a enfrentar a cosas que tal vez quieres olvidar...Creo que el método vale para lo que no supone demasiada carga emocional, para lo que sí la requiere, a veces hay que saber esperar el momento, aunque ello suponga andar con prisas, porque tal vez estas prisas de última hora te permitan inhibirte de permanecer mucho tiempo en esos re-cuerdos (volviéndolos a pasar por el corazón) que no son agradables.

Saludos.

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