viernes, 16 de mayo de 2014

Democracia



Dice Antonio Muñoz Molina en su libro “Todo lo que era sólido”: “La democracia tiene que ser enseñada, porque no es natural, porque va en contra de inclinaciones muy arraigadas en los seres humanos. Lo natural no es la igualdad sino el dominio de los fuertes sobre los débiles. Lo natural es el clan familiar y la tribu, los lazos de sangre, el recelo hacia los forasteros, el apego a lo conocido, el rechazo de quien habla otra lengua o tiene otro color de pelo o de piel… Lo natural es exigir límites a los demás y no aceptarlos en uno mismo. Creerse uno el centro del mundo es natural como creer que la tierra ocupa el centro del universo y que el sol gira alrededor de ella. El prejuicio es mucho más natural que la vocación sincera de saber. Lo natural es la barbarie, no la civilización, el grito o el puñetazo y no el argumento persuasivo, la fruición inmediata y no el empeño a largo plazo...Y si la democracia no se enseña con paciencia y dedicación y no se aprende en la práctica cotidiana, sus grandes principios quedan en el vacío o sirven como pantalla a la corrupción y la demagogia.”

Seguramente lo contrario de lo que llevamos haciendo años y años. Tanto tiempo gritando repitiendo de modo insistente, demandas sociales con palabras grandilocuentes, que hemos acabado por interiorizar, que todos somos unos contumaces demócratas. Todos respetamos; todos oímos y escuchamos; todos tenemos una gran empatía con el adversario. En fin, son los otros quienes de modo contumaz adoptan posiciones intransigentes, cargadas de errores e impiden que la verdad emerja… si, son los otros; nosotros no. Nosotros somos demócratas… muy demócratas.

Ceder, en lugar de “estirar la cuerda” es dificultar el entendimiento y tratar de imponer el criterio propio de modo absolutamente espurio. No buscar el acercamiento, aunque no se de ningún paso atrás, es alejarse. Creer que la verdad solo tiene un camino es no darse cuenta, que lo que nosotros tildamos de verdad, no es más que nuestro especial modo de ver las cosas y no reconocer, que puede haber otros puntos de vista igualmente válidos, ignorando que   precisamente del contraste y debate civilizado es de donde deriva  el enriquecimiento democrático global.

Democracia, como casi todas las palabras de tan largo alance, vive en nuestros días – a mi parecer – un peregrinaje parecido al de las naves sin rumbo en mar desconocido, que no encuentran más que acantilados y por tanto no aciertan a dirigir el timón a  esa “suave playa social” para instalarse. Su invocación, por los políticos suele ser un arma arrojadiza y tiene generalmente carácter excluyente…

Vivimos estos días una campaña para las elecciones europeas, para elegir el cuadro de nuestros representantes en ese “conglomerado” - no unión- de naciones. En su seno se gestarán las directrices de los próximos años, para que seamos felices. No será necesario esperar al término del  mandato, para saber que quienes elegiremos, de lo único que se han preocupado en los mítines, es de identificar todas las grandes diferencias y errores de sus adversarios y han dedicado, poco tiempo o casi nada, para decirnos que piensan de “lo nuestro”. Y no es casual este planteamiento, porque en realidad contamos poco. Lo que verdaderamente cuenta, en el fondo, es el “poder” y no el ejercicio disciplinado del mismo, para la concreción de proyectos, que mejoren el bienestar general -no porque no lo deseen-, sino porque pierden tanto tiempo en “politiquillas”, que no les queda para “Políticas”.

Como dice Muñoz Molina: “La única manera de predicar la democracia es con el ejemplo.”

3 comentarios:

impersonem dijo...

No sé si la democracia pura habrá existido alguna vez, las que se diseminan por el mundo actual no son tales, ni siquiera son una mala imitacón de mercadillo (y nunca mejor dicho o peor dicho no sé)...

Lo que tenemos hoy en día y creo que desde mucho tiempo es una extendida Plutocracia, que engloba, cleptocracias, oligocracias, no sé si alguna oclocracia por algún sitio, teocracias, y todas esas "cracias" que ejercen los que ostentan el poder, o sea, el dinero... porque a los que tienen el control del dinero (medios de producción y distribución) les impora un pimiento quién gobierne (su color o su credo) por razones que supongo que no tengo que especificar por evidentes...

Seriecito... creo que el problema no está en la pedagogía sino en la condición; condición que no sé si forma parte de nuestro ADN o tiene que ver con el poder condicionado que decía Galbrait... en cuyo caso cabría la esperanza de que lo que apunta Muñoz Molina tuviera alguna posibilidad de ser introyectado pedagógicamente... pero no creo que a los que están en el vértice de la pirámide (al gran hermano) le interese que la población aprenda qué es la verdadera democracia y la desee... por el contrario creo que lo que quieren es que mantengamos nuestros instintos básicos y nos peleemos por las migajas por causa de esas condiciones primarias que en referencia a lo que dice Muñoz Molina reflejas en el incicio de tu texto... creo que era un tal Sisa el que dijo que "cuando los pollos dejan de pelearse por la comida descubren con asombro que había suficiente para todos"... pero quienes ostentan el poder están muy interesados en el "divide y vencerás" (cuanto menos entendimiento haya entre nosotros menos unión y ellos lo saben y lo procuran) y, como en esos experimentos fisiológicos y sociológicos que no sé quién hacía con ratas primero se les proporciona suficiente comida y hay paz social entre ellas y después se les retira, de tal manera que pasan hambre, y se motan las unas a las otras, así hacen con nosotros y ahora estamos en la segunda fase del experimento...

No sé Seriecito, si la condición humana es aprendida (no sé si en la memoria cerebral o en la celular) puede haber alguna esperanza de revertir el problema con pedagogía pero si es innata y está impresa en nuestro ADN pues seguiremos en esa idea tan básica de: "el/la que la coja pa' él/ella"...

No puede haber entendimiento cuando en un conflicto de intereses siempre ganan los mismos, y siempre por "imperativo" de un poder que ostentan ¿por qué?

Y si hubiera una Noocracia también el saber estaría al servicio del mismo poder...

Dices bien que esta democracia que cacareamos es una nave sin rumbo... yo diría que en medio de una gran tormenta... y la única manera de salvarla del hundimiento es ponernos a remar todos para el mismo lado (bueno, casi todos... pero ya seríamos suficientes para revertir el problema)

No sé, podemos esgrimir nuestro parecer sobre la filosofía de la vida, y objetivar el cómo deberían ser las cosas, pero todo ser viviente tiene la necesidad básica de nutrirse para sobrevivir, y los recursos son imprescindibles... para poder estudiar con atención qué es democracia y aprenderlo con eficacia primero hay que tener cubiertas las necesidades básicas porque sino el instinto de supervivencia, a través del hambre, sacará de nosotros los instintos más básicos y depredadores que nos son innatos... o sea, lo que decía un filósofo por ahí que no me acuerdo quién era: "primero comer, depués filosofar"...

Saludos.

impersonem dijo...

"se matan las unas a las otras"

"porque si no el instinto de supervivencia"

quise escribir

seriecito dijo...


Impersonem:
Estoy de acuerdo contigo, discutir de democracia, cuando las necesidades primarias no están cubiertas, es como un "divertimento" esteril.
Gracias por tu comentario.
Salu2:

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