miércoles, 12 de agosto de 2020

Manipulación

 


Dice John Kenneth Galbraith (1908-2006): “El dinero fue el motor de la sociedad industrial. Pero en la sociedad de la información, el propulsor, el poder, es el conocimiento. Hemos visto emerger una nueva estructura de clases en donde la división se establece entre quienes tienen la información y quienes se ven obligados a actuar dentro de la ignorancia. La nueva clase dominante extrae el poder, no del dinero, ni de la propiedad de la tierra, sino de los conocimientos”.

 

 Aunque Galbraith se refiere al mundo de los negocios y las finanzas, creo que su afirmación puede extenderse, en general,  a todos los ámbitos. La información en definitiva, es  poder; tener conocimientos veraces en el momento preciso,  tiene un valor incalculable en la actualidad. Por el contrario vivir sumido en la ignorancia, es como dejarse llevar, inconscientemente, por un torrente después de unas lluvias intensas.


La buena información ha pasado a ser más importante que el dinero, porque sin ella éste es efímero. No se puede tener poder y mantenerlo, sin conocer los intríngulis verdaderos de los acontecimientos cotidianos, porque saber es anticiparse en la toma de decisiones y estar bien pertrechado para hacerles frente con éxito.


Era poco probable intuir, que en la actualidad proliferasen como los hongos, las noticias tendenciosas, dedicadas a esparcir – sobre todo en las redes sociales – datos o descripciones inadecuadas de hechos o personas, con la intención de confundir al lector y conformarle un punto de vista inadecuado; que le haga posicionarse erróneamente al estar cimentado con información espuria. Pues bien, para tener la capacidad de hacerlo, también hace falta poder y si cabe más, ya que con  este ejercicio tendencioso se está intentando conculcar la voluntad de los “confiados”, aunque en el fondo se trate de una acción absolutamente impropia y reprobable.


Si hay una característica para definir la sociedad actual, es la creciente falta de ética. Conseguir un objetivo es lo que prima y no importa si para ello se adoptan pautas carentes de neutralidad o mejor aún “intoxicadas” deliberadamente y no por ignorancia. No hay nada tan nocivo en la interpretación de los asuntos, que una “mentira” disfrazada de “verdad”.


Como dice Galbraith: “Para manipular eficazmente a la gente, es necesario hacer creer a todos que nadie les manipula”. Nos estará pasando esto…?

2 comentarios:

impersonem dijo...

Me gusta Galbraith en su libro "La anatomía del poder"... creo que su hijo ha asesorado en los últimos tiempos a Varoufakis...

Las noticias tendenciosas han existido siempre, sólo que ahora hay muchos más espacios para porpagarlas y viajan más deprisa... y disfraces de hechos, de personas y de conocimientos son los que sobran...

Estoy de acuero con Galbraith en el párrafo final de tu post, así que habrá que aprender a discernir las verdades y las mentiras que habitan en el gran bosque social que habitamos... y sobre las conspiraciones miremos ámplio y profundo... cuatro "idiotas" negando evidencias no pueden desacreditar denuncias documentadas...

Abrazo

seriecito dijo...

IMPERSONEM:

He leído el libro que indicas. Es uno de mis favoritos de la biblografía de Galbraith. Si, efectivamente James el hijo de G. fue asesor de Varufakis en 2005.

Complicado discernir lo verdadero de lo falso, pero hay que estar en ello.
Gracias por tu comentario.
Salu2:

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