Si el argumento en las palabras de un político, debe de estar basado en la descalificación del oponente; si no hay ningún momento para asumir errores como propios; si lo que importa es tener habilidad para confundir con los datos, sacando conclusiones espurias; si lo que prevalece es el interés de la formación política, no el de los ciudadanos... mal vamos.
Eso no es lo que entiendo por Política, eso no es lo que me transmitía el pensamiento y la ilusión que sería la Democracia...en definitiva, ahora ya se, que cuando era mas joven, imaginaba utopías... en una época en donde realizar actividades políticas, no estaba exenta de riesgo y era "gratia et honore"... algunos - todos ellos con mucho más compromiso que yo - imaginábamos un futuro más allá, con más luz y transparencia...
Para este viaje, no hacían falta alforjas... como diría mi abuelo materno.
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