domingo, 22 de marzo de 2009

Organización


Ya se, que en el fondo, todos somos algo ácratas y bastante desorganizados. Lo primero es sinónimo de búsqueda de independencia; todos queremos altos grados de autonomía; buscamos con insistencia la carencia de acciones coercitivas, que nos obliguen a plantear nuestra vida de modo determinista y carente de adecuada espontaneidad. Estamos en contra de la norma limitante.

Lo segundo, casi lo entendemos como un signo de singularidad, la desorganización es como un marchamo de genialidad. Los organizados, si además son contables, son insoportables; gente que piden permiso al pie antes de dar el paso o buscan la predicción del tiempo para salir de casa; como si el tiempo cambiase o facilitase algo de nuestra vida.

Además conciliar vida y trabajo, siempre ha sido una de las asignaturas pendientes para todos. Una ú otro nos condicionan y nos invaden. Vamos con prisa y premura, por carencias en uno de los dos escenarios. Pero sin embargo, no pensamos con firmeza como organizarnos, como evitar la improvisación cotidiana, como hacer, lo que hay que hacer, pero en tiempo y forma. “Perder el tiempo” en paliar la desorganización, es curiosamente, ganar tiempo.

La posición organizadora, torna la vida más sencilla. Cuando en uno de los dos ámbitos señalados, somos como un “desastre”, acabamos afectándonos de forma integral. No resolver nuestros asuntos personales, por falta de planificación adecuada, acabara afectando a nuestra vida laboral, nos tornará menos eficientes, más distraídos y acumulará asuntos por resolver, que a su vez irán minando nuestras vivencias personales. Sumidos en este bloque sin fin todo lo demás ya lo conocemos… es lo que vivimos cotidianamente.

El establecimiento de prioridades es básico, la aplicación del bien escaso “tiempo” de modo adecuado, nos facilitará enormemente nuestro día a día, procurando evitar la acumulación de asuntos por resolver, que vayan convirtiéndose en una maraña, cada vez mas tupida, que dificulte seriamente la resolución de nuestros asuntos. Estamos cómodos en la trivialidad y somos poco proclives a enfocar los temas importantes a tiempo y con la aplicación de recursos necesaria. Estamos mas predispuestos a abrumarnos con la imposibilidad de resolución, por la gran cantidad de asuntos, que nos apremian y dejarnos llevar por la suave corriente del conformismo, unido a cierto grado de resignación.

Cuando uno vive desorganizado, sea cual sea la causa; el momento para comenzar a cambiar estas pautas nocivas, no es mañana, ni la semana que viene, ni el próximo mes; es hoy. Sin dilación ni escusa. Ponernos muros a nosotros mismos, con el desorden crónico en el que vivimos, es una huida de la responsabilidad que implica, repasar lo pendiente, priorizar y resolver. Sin analizar adecuadamente nuestras prioridades y los objetivos a largo plazo, que nos hayamos marcado, mal vamos; viviremos estresados y adjudicaremos nuestras carencias, a la falta de tiempo; tapando con ello nuestro verdadero problema: ¡la falta de orden!.


20 comentarios:

Cecy dijo...

No estoy de acuerdo contigo.
Cuando mi vida la tenia toda organizada puntillosamente, vivia mortificada.
Ahora que solo cumplo bien las obligaciones y lo demas es a solo gusto y cuando tengo ganas, me siento viva.

Besos y que tengas una linda semana.

MARU dijo...

Si, yo estoy de acuerdo con Luis.
Como dices al principio del post, no hace falta pedir permiso al pié para moverlo.
Pero dependiendo del tipo de vida que llevemos, y las obligaciones que tengamos, en cualquier ámbito, con un poco, de organización, todo se resuelve con más rapidez y sin crearnos estrés.
Por supuesto huyo de las obsesiones compulsivas, que sólo nos acarrearán un alto nivel de ansiedad.
Pero ordenar nuestras ideas, nuestros objetos, nuestros trabajos, nuestra vida, lo único que nos reportará es más tiempo para realizar otras cosas.
No hace falta una hoja de cálculo.
Una simple escala de más importante a menos, y un poco de disciplina al principio, harán de eso nuestra rutina de vida.
Y siempre saldremos ganando, en tiempo y en salud.
Un beso

Nuria dijo...

Ni un extremo ni otro creo que son buenos.
Ni aquel que lo es hasta el paroxismo y casi ni se mueve sin haberlo atado todo con antelación.
Ni el que vive permanentemente en un desorden que inclluso acaba afectando a los que le rodean.

Un abrazo

seriecito dijo...

Cecy:

Si te va bien como estás, no lo cambies.

El problema es que la mayoría, vivimos peor en el desorden, hacemos menos cosas y tenemos menos tiempo.

Desde luego no soy partidario tampoco de los extemismos, tampoco en el orden.

Salu2:

seriecito dijo...

Luna:

Lo de la escala me gusta, puede que sea muy efectivo.

Demasiada rigidez que nos provoque ansiedad tampoco es agradable.

Hace falta un cierto equilibrio, algún grado de libertad y ser constante.

Salu2:

seriecito dijo...

Nuria:

Efectivametne esa es la buena posición.

Salu2:

Karla dijo...

es verdad!!!
si hubiera un poco de mas de organización en mi vida, me daría mas tiempo de hacer mas cosas...pero amo mi desorden!
jejeje
saluditos!

seriecito dijo...

Karla:

Creo que amar el desorden, ya es un tipo de orden.

si esa pòsición no te procuse estres, ni sed te ocurra cambiarla, a seguir, ese indicador es bueno para saber que lo haces lo mejor para tí.

Hay que cambiar, cuando la posición que mantenemos nos produce intranquilidad.

Te confieso, que yo soy muy ordenado, pero procuro resolver las cosas a su tiempo.

Salu2:

tag dijo...

Pues si, Luis, el orden es necesario en nuestro planteamiento vital, y un poco de disciplina para llevarlo a cabo, tambien.

Organizarte para que nos cunda más el tiempo, ser más efectivos y que nos queden ratitos para dedicarlos a lo que realmente nos gusta y hace felices, es el obejtivo.

Pero a veces.... nos relajamos, y el desorden se apodera, y decimos, mañana, de mañana no pasa...pero mañana se nos hace una montaña y...

Mira, voy a empezar ahora mismo a poner en orden mis asuntos, que los tengo bastante atrasados con las fiestas y tal y tal.

Tus consejos (si los aplicamos) siempre son acertados.

Besosss

MARU dijo...

Luis, he encontrado un blog, que indudablamente es de Valencia, que creo que te vá a gustar.
Te lo digo aqui, porque, creo que puede interesar a todos.
es Depazzi.blogspot.com.
Es de arte, pero con unas fotografias y explicaciones maravillosas.
Espero que te gusten.

impersonem dijo...

Luis, ¿se podría decir que en cuestiones de organización el orden de los "factores" sí alteraría el producto?

Yo soy un desordenado, y tienes razón, algunas veces no encuentro algunas cosas que busco, a veces voy al límite en plazos, etc., pero soy incorregible... por lo tanto, asumo las consecuencias de mi desorden, aunque a veces dar la voltereta a todo lo desordenado me cuesta menos que encontrar algo en el orden, sobre todo si no sé dónde lo he ordenado.

Aunque creo que haciendo lo que tú dices se ahorraría mucho tiempo y prisas.

Saludos.

estoy_viva dijo...

Reconozco que me gusta ser organizadora, tener todo bien atado, a veces esto me conduce a un estres porque no vivo pensando, me gustaria no serlo tanto, dejarme llevar pero me es imposible.
Con cariño
Mari

Carol dijo...

A mí el desorden y la improvisación me saca bastante de quicio, sé que es imposible controlar todo, pero un poco de orden y organización hace la vida más agradable, aunque cueste a la larga es más placentero.

Saludos, Seriecito.

seriecito dijo...

Luna:

con la dirección que me das, no puedo entrar.

Repásala por favor.

Salu2:

seriecito dijo...

Impersonem:

También soy algo desordendo. Mi mesa de trabajo, no es lo que se dice un lugar de orden.

Pero efectivamente, ordenar el desorden, cuesta mas que hacerlo de primeras vez. Cuanto mas se dejan las cosas peor.

El problema es cuando nos afecta para la resolución y acabamos provocándonos estres.

Salu2:

seriecito dijo...

Estoy viva:

Bueno ser una persona obseciva por el orden tampoco es bueno.

También hay que dejar lugar a la improvisación.

Salu2:

seriecito dijo...

Carol:

Si coincido con tu opinión, es mas placentero.

Bueno el coste hay que medirlo en términos de utilidad y desde luego creo que compensa.

Salu2:

MARU dijo...

Perdón, http://dapazzi.blogspot.com/

CASANDRA dijo...

Hace poco leí sobre un nuevo libro que trata sobre lo creativo del desorden (no del caos....ojo) pero creo que cierto orden de prioridades es saludable cuando son mil las cosas que tenemos/queremos hacer. Hay momentos en que apodera de nosotros esa sensación de debastación que es tremenda, y si la dejamos avanzar es un círculo vicioso del que no podremos salir, por lo tanto, como bien decís, es YA cuando hay que empezar, por lo menos con algo...

seriecito dijo...

Cass:

Cierto orden de preferencias desde luego es muy importante.

Efectivamente entrar en círculos viciosos no es deseable en absoluto.

Salu2:

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