jueves, 28 de junio de 2007

Amistad



Ayer terminé mi renta, como desde hace años, en el despacho de un amigo. De un amigo de los de siempre, de los que la amistad se forjó en la Universidad. Épocas donde no eran motivadores otros intereses, mas materiales, que no fuese ayudarse en un examen.
A pesar de vivir cerca, nos vemos poco. Los contactos que mantenemos casi siempre son telefónicos.

Pero sin embargo, el fenómeno que quiero resaltar, es que para mí, no es alguien que veo después de un año, es como si lo hubiese visto la semana anterior. La sencillez del encuentro es palpable y real e intuyo que a él le sucede lo mismo.

Ni él ni yo tenemos nada que aparentar. No tenemos nada que vendernos ni comprarnos y eso hace que la propia naturalidad se respire en el ambiente. Durante un corto tiempo, todo se detiene, ni su despacho ni mi trabajo nos interrumpen, hacemos un paréntesis. Nos ponemos al día de las cosas esenciales y relevantes. Luego cada uno a lo suyo.
Porque la verdad, la renta creo que la hemos convertido en un vehículo de contacto. Quizás sea por la única razón, que me resulta agradable hacerla.

No nos vemos frecuentemente, pero creo que los dos sabemos “que estamos”… y eso es mas, que verse asiduamente. Tenemos la seguridad de que si "nos llamamos nos encontraremos” y eso fortalece. Que suerte tenemos... ¿verdad?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No me creo que no seas capaz de manejar el PADRE, a no ser que ahora tengas que aflorar las plusvalías ocultas generadas durante tu vida de "ejecutivo agresivo", mas bien pienso que como vas al "campo a trabajar", es una escusa para verte una vez al año con "el Ramiraceo".
Sancho Panza

Anónimo dijo...

Excusa

Nuria dijo...

La frecuencia de visitas no es sinónimo de que la amistad sea mejor, indudablemente.

seriecito dijo...

Me alegro de coincidas Nuria.

Salu2

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...