La tendencia a buscar homogeneidad o igualdad en las opiniones; unido a la creencia, de que el resto de las personas están en contra y la afirmación reiterada de que la vida es un “asco”, son atributos inequívocos de los personajes negativos. Una vez detectado por las señales anteriores, no hay que huir, no, hay que alejarse a toda velocidad. Representan una de las amenazas más serias y nocivas, a la que nos podemos enfrentar.
Merodean a nuestro alrededor como cuervos, son capaces de hacernos sentirnos mal en un “santiamén”, conocen todas las noticias mas luctuosas, con detalle y pormenorizan en ello como si les hubiera sucedido a ellos; todo lo ven mal y de lo positivo que tengamos, ya se encargarán con gran diligencia de hacernos ver su inconsistencia, sembrando toda serie de dudas, sobre personas y hechos. No dejan “títere con cabeza”, son expeditivos y efectivos a la vez, son… como las siete plagas de Egipto juntas, pero solapadamente, sin identificarse con claridad.
Los “personajes negativos” se introducen en nuestra vida, con gran facilidad y una vez dentro, como si estuvieran revestidos de un pegamento de eficiencia absoluta, ya no podremos despegarlos, serán como lapas implacables, dispuestas a “sorber” nuestros planteamientos positivos. Cuando alguien con su actitud o su palabra, consigue de modo reiterado, que aflore en nosotros “lo peor”, hay que levantar barreras infranqueables y alejarse; cuanto mas pronto mejor; si no lo hacemos, nos sumirán en su inquebrantable pesimismo y conseguirán amargarnos.
No es necesario que nos esforcemos en ayudar a este tipo de personas, su verdadero problema, es que no quieren que se solucionen sus problemas. Quieren seguir viviendo en ese estado, no piensan cambiar, solo tienen como objetivo el lamento y como objetivo ampliado, traer a cuantos más mejor, para engrosar su equivocado planteamiento. Son como un óxido corrosivo de gran potencia, difícil de neutralizar.
Odian a quien tiene éxito y son positivo y no tienen inconveniente en cuestionarlo todo, con tal sembrar dudas. No es necesario que intentemos cambiarlos, ellos ya han echado el ancla y no piensan moverse ni un ápice de sus planteamientos. Están completamente seguros, de que su visión distorsionada es la válida y a poca “cancha”, que les demos, nos convencerán de toda clase de perversidades y motivos de insatisfacción. Será casi imposible que les cambiemos el pensamiento, son así y les gusta.
Nuestra felicidad debe de estar siempre, por encima de pusilánimes, agoreros y “gafes”. Nuestra energía positiva es la que nos blinda, para superar las dificultades y no podemos dejárnosla arrebatar por este tipo de “vampiros”. O nos alejamos rápidamente de ellos o nos vencerán.
Merodean a nuestro alrededor como cuervos, son capaces de hacernos sentirnos mal en un “santiamén”, conocen todas las noticias mas luctuosas, con detalle y pormenorizan en ello como si les hubiera sucedido a ellos; todo lo ven mal y de lo positivo que tengamos, ya se encargarán con gran diligencia de hacernos ver su inconsistencia, sembrando toda serie de dudas, sobre personas y hechos. No dejan “títere con cabeza”, son expeditivos y efectivos a la vez, son… como las siete plagas de Egipto juntas, pero solapadamente, sin identificarse con claridad.
Los “personajes negativos” se introducen en nuestra vida, con gran facilidad y una vez dentro, como si estuvieran revestidos de un pegamento de eficiencia absoluta, ya no podremos despegarlos, serán como lapas implacables, dispuestas a “sorber” nuestros planteamientos positivos. Cuando alguien con su actitud o su palabra, consigue de modo reiterado, que aflore en nosotros “lo peor”, hay que levantar barreras infranqueables y alejarse; cuanto mas pronto mejor; si no lo hacemos, nos sumirán en su inquebrantable pesimismo y conseguirán amargarnos.
No es necesario que nos esforcemos en ayudar a este tipo de personas, su verdadero problema, es que no quieren que se solucionen sus problemas. Quieren seguir viviendo en ese estado, no piensan cambiar, solo tienen como objetivo el lamento y como objetivo ampliado, traer a cuantos más mejor, para engrosar su equivocado planteamiento. Son como un óxido corrosivo de gran potencia, difícil de neutralizar.
Odian a quien tiene éxito y son positivo y no tienen inconveniente en cuestionarlo todo, con tal sembrar dudas. No es necesario que intentemos cambiarlos, ellos ya han echado el ancla y no piensan moverse ni un ápice de sus planteamientos. Están completamente seguros, de que su visión distorsionada es la válida y a poca “cancha”, que les demos, nos convencerán de toda clase de perversidades y motivos de insatisfacción. Será casi imposible que les cambiemos el pensamiento, son así y les gusta.
Nuestra felicidad debe de estar siempre, por encima de pusilánimes, agoreros y “gafes”. Nuestra energía positiva es la que nos blinda, para superar las dificultades y no podemos dejárnosla arrebatar por este tipo de “vampiros”. O nos alejamos rápidamente de ellos o nos vencerán.
14 comentarios:
Esta vez soy la primer en llegar.
Hoy no tengo ningun pero que poner.
Estoy completamente de acuerdo con todo lo que dices.
Si,Luis, personas negativas, pesimistas, quejicas, agoreras ("agonias" como dicen mis hijos),
NO, GRACIAS.
Son Profetas de mal fario,siempre pronosticando desgracias y son capaces de quitarte la ilusión con dos comentarios con mala sombra.
Mejor huir, a toda velocidad.
Besitos pascueros
Tere:
Bienvenida, me alegro que coincidamos.
Salu2:
si....estoy de acuerdo (que si digo algo negativo, "me rajannnnnn!!! jajaja). Gran parte de mi vida, he tenido que convivir con personas muy negativas, depresivas... y por razones de fuerza mayor, debet filial, etc. etc. y gran complejo de culpa, inculcado en forma permanente, he querido creer que poniendo todo lo mejor de mi, podría con ello. Y es verdad: no se puede!!! es como que trates de salvar a alguien en el agua que solo hace esfuerzos por hundirse y te arrastra en la correntada.... En fin, es tremendo tener que emprender la retirada, pero no hay otra, en todo caso, cuando estamos con fuerza, ayudaremos lo más que podamos, PERO NO MAS QUE ESO, verdad Luis??? no más que eso... que cada uno vive su propia vida y no puede vivir la de los demás, ni cargar con sus mochilas, y que uno tiene el deber por uno y por sus hijos en su caso, de vivir la vida con alegría y optimismo... verdad Luis? (quizá un poquito de culpa quede todavía.... y esté buscando apoyo logístico, jaja....verdad Luis????)
Cass:
Muy buena aportación, porque es la voz de la experiencia.
Como tu dices, cada uno vive su vida y los demás, por muy cerca que estén de nosotros, no pueden vivir la nuestra.
Ayudar, siempre, pero dejarse arrastrar nunca.
El primer objetivo es la felicidad propia y dese luego sin optimismo y alegría es difícil.
Quienes limitan nuestro optimismo, con posiciones derrotistas de modo permanente, deben de estar fuera de nuestro entorno, cuanto más pronto mejor, sin cargos de conciencia ni remordimientos.
Buscar apoyo logístico, siempre que haga falta, es bueno y además nos indica, como son verdaderamente, quienes nos rodean, cuando los necesitamos.
Hay que evitar siempre los sentimientos de culpa, uno esa obligado hacer lo que puede y nada más. Cuando alguien no se deja ayudar, no tenemos porque sertirnos mal si abandonamos.
Buen comentario Cass.
Salu2:
Suscribo totalmente lo que decís los tres.
Especialmente me siento identificada con lo que ha contado Cass.
Yo tuve un mal aprendizaje de conducta, y eso sólo me reportó malos rollos.
Hasta que al final, por un motivo u otro, cojes el toro por los cuernos y dices BASTA.
YO NO QUIERO SER ASI, porque entre otras cosas ves a que conduce eso.
Ese dia decidí dos cosas.
Primera, que iba a ser optimista por voluntad propia.
Seunda, que todos los dias me levanto y doy gracias a Dios por todo lo que tengo, que es mucho.
Y si tengo un dia bajo, es porque se me olvida algo de todo lo bueno que tengo, y entonces ,hago repaso...
Y al final, el resultado es siempre el mismo. SOY MUY AFORTUNADA, por lo tanto he de ser feliz, porque sino sería una ingratitud, y eso no es justo.
Bueno, también cuando me encuentro algún AGONIAS, como dicen los hijos de Tere, lo escucho y procuro, si puedo echarle una mano, pero en cuanto intuyo que es baldío, desconecto.
Un beso.
Hola Luis
Ya entré en tu blog el otro día pero me tomé un tiempo para pensar mi opinión al respecto.
Por un lado me pregunto: ¿Qué sería de nosotros, los psicólogos, si no existiesen esa personas que padecen por todo?; de lo bueno que les sucede, porque parece que nunca les alcanza, y de lo malo, porque muchas veces sobre-dimensionan, y creen ver “tsunamis” y no simples “tropezones” por todos lados. Esto es un broma…, claro está!...jajaja!
Sé que una cuota de optimismo es saludable para poder vivir medianamente equilibrado psicológica y emocionalmente. Si embargo, he leído bastantes artículos que, últimamente, que hacen referencias a estos “personajes contaminantes” con recomendaciones para que “huyamos de ellos” como si tuviesen “lepra”.
No voy al extremo de rodearse solamente de sujetos con estas características, pero más que por un posible contagio, porque llegan a aburrir con sus peroratas sufrientes; pero, personalmente, y desde el punto de vista humano, y no profesional, no me agradaría que la humanidad cayera en el extremo opuesto en que, por una concepción “hedonista”, es decir, solo buscar mi bienestar, dejara de ser medianamente solidaria!.
Un abrazo y gracias por participar en la “biblioteca”
Rik
Luna:
Buen planteamiento de conducta, si además procuras ceñirte a él mejor.
Mejor es tardar, que no llegar nunca.
Modificar las conductas negaivas es la clave del bienestar futuro y siempre es mas importante lo que viene que lo que fue.
Salu2:
Rik:
Absolutamente de acuerdo contigo, una concepción hedonista de la sociedad, nos retrotae años en la civilización.
Pero sin llegar a este extremo, cortar cuando haga falta relaciones nocivas, no viene mal. Aguantar parte del peso ¡bien!, pero cargar con todo claramente ¡¡NO!!.
Buena precisión.
Salu2:
Luis, después de leer tu entrada y los comentarios que ya hay lo que voy a decir no sé cómo será recibido pero me da igual, pienso como pienso y soy como soy.
Yo soy, a estas alturas, un "pesimista", pero no por tendencia a ver sólo lo negativo de las cosas sino por haber llegado a esa conclusión después de profundos análisis que, humildemente y salvo mejor criterio, no creo que sean peores o más banales que los de los optimistas. Mas yo respeto a éstos como el que más y me congratulo de su visión optimista de las cosas y en nada me molesta y para nada los aparto.
Esto del optimismo y pesimismo daría para mucho, perdóname Luis pero yo, pesimista declarado, no me veo identificado en lo que dices en tu post y conozco a otros pesimistas que tampoco cuadran en la descripción que haces. No trato de imponer a nadie mi pesimismo sobre algunas cosas, mi pesimismo está más cerca de la Ley de Murphy que del que tú describes, y tal vez esto de ser pesimista y optimista tenga mucho que ver con las realidades personales por las que cada uno transitamos y con lo que nos toca enfrentarnos... no voy a profundizar sobre todos y cada uno de los cabos sueltos que emergen de este tema.
Cuando escucho el tan manido dicho de la botella medio llena y medio vacía siempre me siento un tanto molesto porque siempre son los optimistas quienes critican más severamente a los pesimistas (por lo menos esta es mi experiencia) y no al contrario; pero además yo siempre le digo al optimista de turno cuando argumentando sobre las razones de mi pesimismo me dicen: "hay que ver la botella medio llena...", -ya, pero es que yo no la veo ni medio llena ni medio vacía, sino mediada- (ya sé que a esto se le llama realismo), y es que algunas veces se tacha de pesimismo la opinión que a alguien le merecen las cosas de acuerdo con su realidad y cómo ha tenido que vivirlas, y se hace desde otra realidad que tal vez sea mucho más confortable. Por eso en esto del optimismo y del pesimismo
"Doctores tiene la Iglesia".
Ya se sabe el dicho, aunque yo no esté totalmente de acuerdo con él, de que "un pesimista es un optimista bien informado", más yo no me arrogo tanta información, simplemente lo dejo en una opinión personal sobre la realidad conforme a las experiencias que conforman mi biografía.
Con todos mis respetos a los optimistas y sin que sirva de mal fario... YO ME DECLARO PESIMISTA.
Si me queréis apartar por miedo a que gafe este espacio es vuestra decisión...
Saludos.
espero Luis que no te moleste una nueva intervención. pero sucede que desde que leí el comentario de Ricardo Musso y ahora de Impersonem, me ha surgido la necesidad de hacer alguna puntualización. Este tema es sumamente interesante y cada comentario no se agota en sí mismo, es más puede dar lugar a interpretaciones equívocas puesto que no se desarrolla lo suficiente en honor a una brevedad que es recomendable en estos comentarios, ni tampoco se oye el tono de voz con que se dice, etc. etc.
y es que en parte estoy de acuerdo con Ricardo en el sentido de que uno debe prestar ayuda a quien lo está pasando mal y no convertirnos en personas egoístas para quien el prójimo no interesa más que a nuestros fines personales. Pasa que a veces hay gente que se empeña en seguir mal y no contento con eso también te quiere arrastrar a eso, y hasta le molesta tu intención de hacer bien (creo que a esos más que nada te referías en el post) por lo mismo creo que el ser objetivo (o lo más parecido a eso) y una visión pesimista de las cosas, no está muy lejos, solo que uno intenta "ponerle color" a la vida y buscar oportunidades que nos alegren y alegren a los demás, etc. etc. No veo en Impersonem, una persona más negativa en la medida que lo somos todos, de repente es tu actitud un poco más crítica o más fría-objetiva, lo que puede poner de manifiesto una negatividad que no es tal. A veces es la forma en que se dicen las cosas lo que cambia, pero la forma de verlas puede ser la misma. En fin, espero haber podido exponer con claridad parte de mis ideas al respecto, y el gusto por compartir esta conversación con tan interesantes contertulios. salu2
Impersonem:
Éste es un lugar de encuentro y contraste, digas lo que digas, siempre será bien recibido, si no se escucha no se puede aprender.
En realidad todos llevamos dentro un “pesimista” y/o “optimista” juntos, incluso nos manifestamos de una forma u otra según sea el asunto. Lo importante es el final de tu párrafo, la tolerancia, eso si que es importante, intentar comprender a los demás y no imponer criterios o conductas.
La Ley de Murphy, ¿Cuál? … “si algo puede salir mal, tenga seguro que saldrá mal”, pues bien, dentro del libro de las Leyes, está el comentario de O’toole sobre la propia Ley que dice “Murphy era un optimista”. Es decir siempre hay un mas allá… cuando creemos ser pesimistas, otros nos considean optimistas.
El optimista que critica, es un pesimista “in pectore”. Es indudable que las opiniones están condicionadas por la realidad individual y no transferible, pero ser realista, yo no creo que implícitamente suponga ser pesimista, antes mas creo que la realidad “bien informada” conduce más hacia el optimismo. Creo que es mucho mayor la posibilidad de ser pesimista, si los conocimientos que tenemos sobre los asuntos están llenos de lagunas. Quien tiene buena información y acepta la realidad de aquellas cosas, que no puede cambiar, yo no lo clasificaría en el grupo de los pesimistas.
Aunque uno esté lleno de experiencias negativas, sigue “viviendo” y por tanto con la posibilidad de crear entornos mas gratificantes, no importa el pasado, por desagradable que sea, lo relevante es que hacemos con el presente y como lo interpretamos.
Declararse pesimista, es tener seguridad de poderse definir con certeza y eso en el fondo es ser algo optimista, porque nosotros, somos especialmente cambiantes y difusos.
Impersonem, ni me pasa por la memoria apartarte de nada y menos de este Blog. Tu compañía y la del resto, es una garantía de obtener buenas opiniones y eso francamente no es frecuente hoy en día. Estás muy bien aquí mientras quieras, por mi parte eres muy bien recibido, así que pesimista u optimista, comenta por favor.
Salu2:
Cass:
No solo no me molesta, sino que me agrada.
Muy de acuerdo, para mí la voz y el gesto son muy importantes, no solo el nuestro, sino también el de nuestro interlocutor.
Estar solo al servicio de nuestros intereses y olvidar a los demás es una posición absolutamente desacertada, tarde o temprano acabaremos solos y la soledad no es un buen lugar para nadie.
Sí, Cass me refiero a quienes no tienen verdadero deseo de superar nada e incluso parece que se sienten mas cómodos en las situación que viven, nos buscan casi con la intención de que nos solidaricemos con su situación y no con la intención de que les ayudemos a salir, aunque sea una incongruencia “viven felices en la infelicidad”.
Muy satisfecho de tu doble participación, a mí también me agrada compartir contigo y me atrevo a pensar y decir que a todos…
Salu2:
Estoy de acuerdo con vuestros planteamientos, poco más puedo añadir a estas alturas, después de las intervenciones tan interesantes.
Con respecto a los pesimistas-negativistas profesionales: son auténticos "vampiros",realmente no quieren ser ayudados, ellos quieren seguir siendo así.
Ya lo he dicho muchas veces, hay que huir de ellas.
Se puede intentar ayudar (sería muy egoista no intentarlo) pero sólo si esa persona quiere ser ayudada, se puede hacer algo por ella.
Saludos
Nuria:
intentar ayudar siempre, pero con un límite.
Salu2:
Luis
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