Las circunstancias de la vida, en ocasiones, se acumulan de modo tal, que uno no puede digerirlas racionalmente sin quedarse en silencio. El silencio lo cura, todo o casi todo, (los resfriados por mucho que no digas nada siguen su curso).
Pues bien, yo he atravesado la cuarentena de ausencia, ya puedo y quiero volver a escribir notas que algunos de vosotros leéis. Y aquí estoy, no se si poco a poco o de forma acelerada, pero recuperaremos la media de 10 al mes. Y desde luego si las cosas no cambian, por circunstancias que ya os explicaré no será por falta de tiempo.
También es verdad que ha habido un periodo reciente que no me ha facilitado el reinicio, me refiero a esa vorágine que no le deja a uno, para poder serenarse y concentrarse en escribir unas lineas, en este caso escribo de las elecciones y sus efluvios cansinos-machacones-alineantes. Tal es así que este periodo previo, cada vez mas largo, en una de las cosas mas odiadas por mi, en la actualidad y no lleva visos de cambiar.
El planteamiento es: Todos lo harán mal y mi partido no. Momento adecuado para sacar a relucir todas las pasiones mas bajas de los demás, alegando la pureza propia. Avisar con insistencia de cambios en cosas ya hechas (me refiero a todos), como si estos cambios fuesen gratuitos, es decir como si no pasasen por el presupuesto (indirectamente por cada uno de los bolsillos de nosotros en una parte alícuota llamada impuestos). Pero claro como los políticos piensan que es dinero es suyo y lo hacen por beneficiar a los ciudadanos, pues adelante. Aunque el cambio que se propicie se dudosamente relevante, pero de este modo se diferencian del anterior de "turno".
Pues bien, yo he atravesado la cuarentena de ausencia, ya puedo y quiero volver a escribir notas que algunos de vosotros leéis. Y aquí estoy, no se si poco a poco o de forma acelerada, pero recuperaremos la media de 10 al mes. Y desde luego si las cosas no cambian, por circunstancias que ya os explicaré no será por falta de tiempo.
También es verdad que ha habido un periodo reciente que no me ha facilitado el reinicio, me refiero a esa vorágine que no le deja a uno, para poder serenarse y concentrarse en escribir unas lineas, en este caso escribo de las elecciones y sus efluvios cansinos-machacones-alineantes. Tal es así que este periodo previo, cada vez mas largo, en una de las cosas mas odiadas por mi, en la actualidad y no lleva visos de cambiar.
El planteamiento es: Todos lo harán mal y mi partido no. Momento adecuado para sacar a relucir todas las pasiones mas bajas de los demás, alegando la pureza propia. Avisar con insistencia de cambios en cosas ya hechas (me refiero a todos), como si estos cambios fuesen gratuitos, es decir como si no pasasen por el presupuesto (indirectamente por cada uno de los bolsillos de nosotros en una parte alícuota llamada impuestos). Pero claro como los políticos piensan que es dinero es suyo y lo hacen por beneficiar a los ciudadanos, pues adelante. Aunque el cambio que se propicie se dudosamente relevante, pero de este modo se diferencian del anterior de "turno".
Menos mal que los edificios son demasiado sólidos, sino, los derribarían también. Y aun así a algunos también les toca, acciones innecesarias y supérfluas.
Pues bien, ya han terminado, ahora al insulto, la descalificación, los improperios, no solo por los políticos de turno, sino también por medios de información (de todos los colores) creadores de opinión, casi siempre parcialmente interesada e incompleta, según el interés.
Bueno pues a seguir adelante....
5 comentarios:
Con una par de años de retraso, me apunto a formular teorías políticamente incorrectas (por eso, a lo mejor no van desencamindas).
Estoy harto de frases repetitivas, dichas por personas de forma no reflexionada: "los extremos siempre son malos", " el catolicismo se ha quedado anticuado", "si no votas, no tienes derecho a quejarte",... y la mejor: "la democracia es el menos malo de los sistemas que conozco".
Pues yo no. La democracia es igual de mala (perversa por lo menos) que cualquier otro sistema. Incluso peor, porque se basa en hacernos creer que nuestros votos valen lo mismo y por ello (salto al vacio) todos somos iguales.
¿Cómo va a valer mi voto, pobre ignorante, incapaz de leer un panfleto político donde me explican lo que van a hacer con mi dinero los próximos cuatro años? ¿Cómo va a vale mi voto, ínfimo paleto de pueblo pequeño, que el de Tierno Galván o el de Fraga (profesores excelsos), o el de mi padre (sabio con infinita experiencia de la vida) o el la vecina de abajo (fumadora compulsiva de todo tipo de hierbas - no es una crítica, es una realidad -), o el de Labordeta, que llamó gilipollas a medio hemiciclo. No sé si deben valer más o menos unos que otros, pero no pueden valer lo mismo.
Un conocido escritor muy de actualidad en los últimos días, anteriormente comunista, posteriomente simpatizante de Falange, y actualente camaleónico cercano al PP, dijo:
" No creo ni creeré que ese juego hipócrita e infantil de depositar una pajarita de papel cada cuatro años dentro de una pecera de cristal signifique que el pueblo sea soberano". ¡ Ahí le has dado !
Mientras las opciones que nos dan para marcar la crucecita sean los que son, no me veréis haciendo cola un domingo cada cuatro años en el colegio más cercano a casa. El poder del pueblo se consigue trabajando día día y dejando en manos de los que saben (tecnócratas y sabios) el gobierno de la nave. ¿Despotismo Ilustrado?¿Todo para el pueblo pero sin el pueblo?. Puede ser, ¿por qué no? Si yo soy el pueblo, prefiero eso que al cuatro pelado de media que tenemos los ciudadanos de a pie(en asuntos de política, me refiero).¿Cómo han de llegar al poder esos ilustrados o iluminados?. Como divce Michael Ende después de cada capítulo en la Historia Interminable:..."eso es otra historia y merece ser contada en otra ocasión".
Como comprenderás, Seriecito, ya no voy a desarrollar los otros temas pendientes ("los extremos siempre son malos", " el catolicismo se ha quedado anticuado", "si no votas no tienes derecho a quejarte,..."), ya que creo que me he pasado bastante por hoy.
Pido perdón y prometo no escribir más, si alguien se siente incómodo.
Sorry a everybody.
Sundayer Corda:
Mientras escribas con respeto, no seré yo que quien te diga que no vuelvas.
Discrepo contigo en que si creo, que los votos de todos valen lo mismo, la opinión de cada uno de nosotros es equivalente, sea cual sea su nivel cultural.
¿quien es el escritor, no acierto a adivinar?
Gracias port tu visita.
Fernando Sánchez Dragó. Salió publicado hace una veintena de años en "No Importa", revista que por aquel entonces editaba una escisión ultraortodoxa de un conocido partido radical.
A lo nuestro:
Somos todos iguales, sin duda. Pero eso no es nuevo. Hace dos mil años ya lo dijo un Sabio y acabó su vida comparado con dos ladrones. Y sin embargo, ahora casi nadie le sigue (¿paradoja?).
¿Alguien vota en casa para elegir la cena? ¿Valora el gerente de una empresa de igual modo el comentario de un asesor fiscal con treinta años de experiencia que el del becario? ¿Votan los alumnos el tipo de examen que quieren resolver?¿Votan los vecinos de la escalera qué medicamento debe tomar el del quinto para su tos?.Generalmente se decide ponderando cada una de las opiniones, no tratándolas por igual. Todas son dignas, pero no todas se pueden atender.
Una de las pocas cosas serias (tal vez la única) que dijo un conocido alemán que desarrolló su triste "trayectoria profesional" en la primera mitad del siglo pasado fue lo siguiente:
" La mayoría, por el mero hecho de ser mayoría, no tiene por qué tener la razón ".
Sin darnos cuenta elegimos lo que nos aconseja la aristocracia intelectual de nuestro entorno. (Aristocracia Intelectual platónica y Despotismo Ilustrado: similitudes y desencuentros: tema interesante para un post).
Entonces, ¿por qué todos presumen de demócratas si en cuanto pueden dictan las órdenes según su mejor saber y entender?.
Por eso digo que no me vale cada cuatro años hacer cola en el colegio electoral. Día a día no somos demócratas ¿Por qué pensar que en política hay que serlo y luego no ejercer ese "deber" en nuestras "afortunadamente vulgares" vidas?. Algo falla. Permíteme que por lo menos platee la duda.
Como corolario: si la democracia nos ha traido a los que nos ahn ido gobernando hasta ahora,... algo falla.
Sundayer y Seriecito: Arturo Pérez Reverte, en el "Profesor de Esgrima" no despejará vuestras dudas, pero por lo menos, se moja con este tema, muy demagógicamente tratado en muchas ocasiones. Os recomiendo a los dos que leaís el pasaje donde hace referencia al carnicero de la esquina. Es una novela que se lee en un fin de semana.
Anónimo:
No la he leído, pero voy aprocurar leer éste capítulo y te comento cuanod lo haga.
Gracias por la recomendación.
salu2:
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