martes, 14 de enero de 2014

Clase Media


Dice Carlos Castilla del Pino en su libro “Dialéctica de la persona, dialéctica de la situación”: “La clase media en nuestra sociedad occidental compone ideológicamente un grupo que se adapta al llamado por Riesman “dirigido desde dentro”. Quiérese decir con esto que las normas por las cuales se rigen son internalizadas precozmente, a través de la insuflación de tales normas por los padres a los hijos… La clase media se caracteriza no por la estabilidad, sino por su movilidad y por su tendencia al ascenso. Desde el punto de vista familiar, el hijo es para el padre aquel que debe coronar o mantener el status conseguido. Para ello se le imbuyen normas de conformidad, merced a las cuales existe implícita aceptación autoritaria. El resultado de ello es que, a la larga, cada cual viene a representar un rol determinado en el ejercicio de sus funciones sociales. Pero este “papel” que es obligado a representar transforma a la persona en personaje.”

No es fácil estructurar la convivencia social, con nuestro propio proyecto de vida. Habitualmente el conflicto se salda con una “batería” de renuncias personales y un alejamiento del modelo compuesto por nuestra mente, para devenir en una imagen virtual, no alejada de la original, pero sí, impostada. Renunciar poco a poco hace que no sea expresamente doloroso y en muchas ocasiones ni siquiera se percibe. Solo el transcurso del tiempo y la visión retrospectiva, nos permite observar, si aun conservamos la capacidad de hacerlo con punto de vista crítico; que la distancia del objetivo es grande; la brecha que supone esa desviación, la denominaríamos en un presupuesto económico: Significativa.

Esta calificación – significativa – indica que deben tomarse medidas, para tratar de reconducir el camino hacia el objetivo original. Con una trampa saducea; cuando tenemos serenidad y tiempo, para ese análisis, ya han pasado muchos años; ya hemos acomodado una conducta, sin la que no sabríamos vivir y más todavía, seguramente lo alcanzado socialmente nos deje satisfechos y por tanto acalle con cierta presteza, cualquier vestigio crítico.

Nos hemos dejado llevar, como se nos ha sugerido socialmente de forma tácita y ahora buscamos en el fondo del “saco” esa imagen forjada, cuando la mirada aún era limpia y las palabras de un solo sentido. ¿Qué esperábamos encontrar?. Es imposible pensar, que cuando nos hemos gobernado con “normas” socialmente convenientes a la mayoría, hayamos coincidido con aquellos postulados utópicos y llenos, porqué no, de ingenuidad, que nos visualizaba una vida en constante “idilio social”.

Convivir en sociedad es muy complicado, estar en completa armonía con las pautas de conducta generalmente admitidas es dificultoso; pero pretender desarrollarse profesionalmente en ese entorno, sin aceptar renuncias propias, es del todo imposible.
Representar unos determinados valores de grupo, con la acción o el silencio; acaba definiendo muy bien, cual es el arquetipo social de “personaje” que debemos aceptar e interiorizar. Lamentablemente, en la mayoría de las ocasiones, el llamado éxito, está más de la mano del personaje bien representado, que de la persona. Para seguir hay que aceptar “lo que hay”.


Como dice Castilla del Pino: El número de vencidos en esta sociedad, en la que el “principio de realidad” a que debemos acomodarnos, es al decir de Marcuse, “principio de rendimiento”, es decir, éxito (económico), es extraordinariamente grande. Porque no solo hay que incluir como tales vencidos a los que este tipo de éxito no alcanzó, sino, precisamente a los muchos que por alcanzar este tipo de éxito dejaron de ser aquel que han podido y habrían debido ser”. 

2 comentarios:

impersonem dijo...

Y de ello se encarga el poder condicionado que dijo Galbraith. Por qué si no tanto interés en controlar la educación? Se implementa un modelo social y se conserva mientras sirva para controlar al rebaño y poder explotarlo. Se nos dice que así debe ser si queremos vivir bien o sobrevivir y si no aceptamos nos enseñan lo que pasa con los que no se someten utilizando el poder condigno que también señaló Galbraith.

Todos aspiramos a a ascender socialmente, esa es la educación que hemos recibido y lo que nos pide el cuerpo, ya que asociamos que a más altura social mejor vida, pero puede ser que tras muchos años descubramos que lo conseguido no nos llena.

No sé, es un tema complejo... con los tiempos que corren la clase media nos parece un paríso, pero se la están cargando a una velocidad tremenda. Supongo que somos lo que podemos en función de las circunstancias personales y sociales que nos tocan en suerte, y la clase social que alcanzamos tiene que ver con ello... ojalá no esistieran las clases sociales y la sociedad estuviera unida en una sola clase y enuna sola raza: LA HUMANA.

Un saludo.

seriecito dijo...

Impersonem:

La Educación reciba y la orientación de la misma es básica para la toma de alternativas en nuestra vida.

Progresar, en mi opinión es gratificante y produce mucha satisfacción interior. El problema de conflicto se plantea, cuando el deseo de progreso se antepone a cualquier otro comportamiento ético y "vale todo" para cumplir el objetivo.

Gracias por tu comentario.

Salu2:

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