Dice el poeta Ángel González,
al final de su poema “preámbulo a un
silencio”:
“y
sonrío y me callo porque, en último extremo
uno
tiene conciencia
de
la inutilidad de las palabras”.
Recientemente el Presidente del
Gobierno Sr.Rajoy en un discurso en la
Americas Society/Council of the Americas
ha dicho: “Permítanme que haga aquí en Nueva York un reconocimiento a la mayoría
de españoles que no se manifiestan, que no salen en las portadas de la prensa y
que no abren los telediarios. No se les ven, pero están ahí, son la mayoría de
los 47 millones de personas que viven en España. Esa inmensa mayoría está
trabajando, el que puede, dando lo mejor de sí para lograr ese objetivo
nacional que nos compete a todos, que es salir de esta crisis”.
http://politica.elpais.com/politica/2012/09/26/actualidad/1348685176_244661.html
Me sorprende en principio, que ningunee a los ciudadanos que
ejerciendo su libertad, se manifiesten para hacer ver a los Congresistas su
descontento, porque se lo han ganado a pulso; la desafección general por los
políticos es manifiesta y va en aumento, porque son incapaces de comunicar y
evidenciar, que los primeros sacrificios los hacen ellos; muy al contrario, son
reticentes a perder sus prebendas y asumir su cuota de “recortes” en esta crisis
en la que estamos sumergidos, por circunstancias internacionales, pero también
por su evidente “mala administración”
Vaya por adelantado, que siempre he sido absolutamente contrario al
empleo de la violencia y que nunca me han gustado las maneras “desordenadas” de
plantear las protestas; donde acaban mezclándose – desgraciadamente – gentes de
buena voluntad con activistas, que pretenden medrar en el río revuelto.
Manifestación sí, pero con orden y mesura en el gesto, por mucha carga de
indignación que exista.
Hecho estas consideraciones, tengo que decir también, que hasta ahora
yo creía que era dueño de mis silencios, pero veo que no; parece ser que no
manifestarse es formar parte de una mayoría, que sigue esforzándose y con ello
ayuda a salir de la crisis - en principio de acuerdo -, pero en ningún caso el
silogismo debe de ser, que está de acuerdo en el modo y la forma con lo que se
hace desde el Gobierno. Se equivoca el Sr. Presidente, si entiende, que todos los
que no nos hemos manifestado, es que apoyamos sus medidas; al menos no es mi
caso, ni el de bastantes allegados. Como
se equivocará también si no escucha las voces de la “protesta racional” y analiza
los fundamentos que la motivan. Salvo que crea sus propias palabras y piense
que 6.500 manifestantes (dato que llama la atención por exiguo), no deben
condicionar a 47 Millones.
Como dice Stanislav Jerzy: “A
los silenciosos no se les puede quitar la palabra”.