
Las organizaciones, que no tratan a sus trabajadores con esmero y educación, están condenadas, tarde o temprano a sufrir una diáspora.
No hay nada, que mine tanto la moral de las personas, que sentirse poco o nada considerados. Aquellos que con la educación recibida o asimilada, no han aprendido, que sea cual sea el puesto de trabajo que ocupa una persona, merece el mayor de los respetos, no se harán viejos en el cargo; los directivos que no actúan bajo esta premisa, se tornan déspotas y a veces justifican sus acciones, en aras a la potenciación de la rentabilidad de la empresa.
No hay solución, cuando quienes mandan no entienden, que nada funciona sin la intervención de un mano humana y no potencian adecuadamente, a quienes ejecutan las funciones necesarias, para que la compañía funcione, del modo deseado cada día; pierden una extraordinaria oportunidad de apuntalar adecuadamente los cimientos del éxito empresarial. Y eso hoy en día es perder mucho.
La búsqueda del rendimiento adecuado en ningún caso justifica la falta de educación o la falta de respeto, en el comentario o la orden. La rentabilidad no necesita del malestar de todos o algunos, para aparecer y crecer. Muy al contrario, cuanto mas satisfechas están las personas, que desarrollan las tareas, mas pronto aparecen los números negros, que tanto se buscan. No tratar adecuadamente a todos, es poner la primera piedra de los cimientos del fracaso, tarde o temprano la organización empresarial se desmembrará, perdiendo todo su potencial.
He recibido el comunicado de un buen amigo - como un hermano -, que deja una organización de esas características, para liberarse de la pesada carga de no sentirse debidamente apreciado o ver como no se estima, a los que le rodean. Lo he acogido con gran alegría y he pensado, que por fin seguramente, comenzará a trabajar con satisfacción; seguro que vivirá mejor... y rendirá mas.
Este "post" es mi recuerdo, felicitación y satisfacción por su suerte, mis mejores deseos, para que sepa agarrarse a ella y seguir adelante con la misma ilusión, con la que hemos trabajado juntos, tantos años... Enhorabuena, amanece de nuevo.
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ResponderEliminarGracias has hecho que se me nublara la vista. Y gracias por tus enseñanzas y paciencia conmigo. Y gracias por ayudarme a entender este mundo tan extraño y voraz que son las empresas. Y gracias por tus apoyos, que han sido y son muchos, que me han ayudado a no caer y mirar al frente.
ResponderEliminarGracias por todo.
Un fuerte abrazo.